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18-MAY: ENCUENTRO CON MIS CAMARADAS... ASI FUE MI PRIMER DIA EN LA B.A.M. SAN JULIAN


        Nos despertamos a las 06:00 Hs. Más tarde nos recibieron el Jefe de la Base, Comodoro Maistegui y el Jefe de Técnicos de la Unidad, Comodoro Aguirre.

        Luego de esta presentación nos reunimos con nuestros compañeros que nos recibieron con gran alegría pues les traíamos noticias de sus familiares y amigos, yo tenía alrededor de 30 cartas (todas las semanas se reunía una cantidad de ellas haciendo un solo envoltorio y se enviaban en el primer medio que viniera para estos lugares, ya que si se remitían por correo las mismas debían pasar primero por un control de inteligencia y seguridad, lo que demoraba muchísimo su llegada a destino. Para dar un ejemplo, una carta enviada el 08 de abril fue recibida el 15 de mayo). Un método que utilizábamos era enviarlas dentro de los repuestos solicitados que eran remitidos en forma urgente en vuelos de intercambio de material. Es indescriptible la alegría reflejada en sus rostros cuando les entregamos la correspondencia.

        Posteriormente nos reunimos con el Mayor Sapolsky que es el Jefe del Escuadrón Caza y el más antiguo del Escuadrón Aeromóvil y el 1er. Ten. Posadas a cargo hasta ese momento del personal de Apoyo y Mantenimiento, ya que luego ocuparía este puesto el Mayor Rodeyro. Ellos nos explicaron el funcionamiento de la Base, su organización, las tareas y los inconvenientes que hasta la fecha se habían ocasionado.

        Después lo fuí a ver al flaco Landivar para interiorizarme rápidamente de su tarea , ya que él se embarcaría a las 16:00 Hs. Luego de una charla "doméstica" relacionada con los compañeros de Tandil, se abocó a transferirme las tareas a desarrollar: básicamente tendría que tener comunicación permanente por intermedio de teléfono de campaña o HT radio portátil (handies talkies) con ambas cabeceras de pista y con la plataforma de vuelo donde se encontraban desplegados nuestros aviones, debía consultar el estado de los mismos, tomar nota de dicha información, llamar a Operaciones y pasar las novedades, preguntar si había planificada alguna operación para nuestro Sistema de Armas, ellos a su vez me indicarían la configuración con que debían alistarse los aviones y hora estimada de partida, la que sería actualizada periódicamente. Una vez recibida esta información, la debía transmitir a las cabeceras y plataforma para su cumplimiento. Finalizado el aliste, se me comunicaría para que tomara expresa nota y transmitiera al Departamento Operaciones  las novedades, número de matrícula, configuración, tipo de armamento, cantidad de munición y lugar de emplazamiento de cada aeronave. Además tendría que trasladarme a la Sala de Pilotos, anotar estos datos en la pizarra existente allí  y averiguar los datos de piloto/avión que integrarían la misión. Finalizada esta tarea, tendría que llamar nuevamente a Operaciones para pasarles los datos obtenidos en la Sala de Pilotos y quedar a la espera de la orden de salida o actualización de su horario para informárselo a los lugares de despliegue de las aeronaves. Una vez que salieran en misión, se me informaría los aviones/pilotos y horario definitivos para transmitirlos a Operaciones. A su regreso, se me informaría horario, estado y novedades para que yo hiciera otro tanto con Operaciones.  También debería confeccionar los mensajes de solicitud de repuestos y materiales necesarios, informar diariamente al Jefe de Grupo de la VI Brigada sobre la situación general y necesidades urgentes si existían.

        Otra tarea sería hacer el seguimiento de cada avión, horas disponibles hasta la próxima inspección , tipo de la misma, tanto de célula como de motor. Además debería confeccionar los Vales de Combustible, tarea muy delicada ya que es un tipo de cheque se utiliza como comprobante de carga para que  el Concesionario proceda a su cobro ante Fuerza Aérea; se debía confeccionar uno por avión por día.

        Y por último tendría que hacer el Parte Diario de Guerra, que es un resumen de la actividad diaria, horas voladas, estado de los aviones, misión cumplida, resultado,consumo de munición, etc.  

        Como se puede apreciar, las tareas a desarrollar son muchísimas y ni qué decir de la responsabilidad. Para comparar: el Escuadrón A-4C tiene abocados a estas labores a tres Suboficiales Mayores, un Oficial y un Personal Civil. Y aquí solamente quedo yo. Pero Tomás me decía que muchas manos en un plato hacen garabatos, quizá con el transcurso del tiempo le dé la razón.

        Dando por finalizadas las explicaciones, Tomás me entregó  toda la documentación que poseía; preguntamos a Operaciones si había algo previsto para los Dagger y como nos contestaron negativamente, el flaco me propuso conocer la Base, pero llevamos el HT para escuchar y estar atentos a cualquier requerimiento.

        La Base tiene una pista de 2.000 metros de extensión más un alargue con planchas de aluminio de 250 mts., una modesta torre de control, una plataforma de hormigón de reducidas dimensiones y una edificación de aproximadamente 500 m2 (anteriormente era una Sala de Pasajeros usada por LADE), ahora estaba compuesta por pequeñas salas divididas entre sí donde se alojaban la Sala de Primeros Auxilios, Farmacia, Intendencia y Depósitos en una sola, otras estaban ocupadas por Inteligencia, Sala de Pilotos y Vestuario. La oficina del Jefe de Base forma parte de un ala del edificio, el otro ala está comprendido por una Sala de Situación (lugar donde yo llevaría a cabo mis tareas), compartida con la gente de A-4C. Pegada a ésta estaba la Sala de Metereología y por último una sala que cumplía la función de depósito de terminal de carga.

        Se habían construído refugios para aviones, llamados "Bunkers", de hormigón y totalmente ocupados por el Escuadrón    A-4C. Ellos habían llegado los primeros días de abril y nuestro Escuadrón lo había hecho más tarde, por eso era que tenían las mejores comodidades.

        Fuimos a recorrer las cabeceras de pista y me encontré con los queridos S.M. Alvarez y S.Aux. Pizarro, grandes personas. En cada cabecera se encontraban desplegados cuatro aviones y mis compañeros tenían montadas carpas para protegerse un poco del frío y guardar las herramientas y equipos necesarios. Tomás me decía que ya tendría oportunidad de apreciar lo duro y sacrificado que era trabajar en estas condiciones. Las carpas existentes no presentan ni ofrecen las condiciones mínimas de comodidad, el viento sopla todo el día con una velocidad promedio de 60 Km/hora, fríos que oscilan entre 15 y 19 grados bajo cero, la lluvia, agua nieve y nieve que cae a menudo en esta época, y, a pesar de todo, la moral era alta y la predisposición mayor.

        También ví todo el material de explosivos, bombas, contenedores con misiles Shafrir dispersos en el terreno y a la intemperie, ni pensar en un resguardo apropiado para el personal por si existía la posibilidad de un ataque enemigo. En toda la Base sólo habían dos refugios, uno de los cuales estaba construído por una máquina excavadora y recubierto con palos de madera dura (quebracho aparentemente) donde posteriormente se le colocó tierra, era mejor no imaginar un bombardeo sobre él...; además de la fragilidad de construcción, estaba ubicado detrás de la Torre de Control, pienso que era un lugar inapropiado puesto que si había un ataque aéreo el primer blanco sería la pista y luego las instalaciones, lo único bueno que tenía era que estaba a un paso de los muchos que nos encontraríamos en la edificación. El otro refugio se encontraba un poco alejado y era para el personal que realizaba las tareas de protección y seguridad de la Base, también para la gente de Operaciones que estaba alojada en casillas rodantes, al igual que los de Comunicaciones, su construcción era más fuerte pues se hallaba en una pequeña ladera, siendo una excavación tipo mina, daba la impresión de brindar una mayor protección, pero su gran contra era que estaba muy alejado de donde se hallaba el personal.

        En las cabeceras, para protección, se encontraban desplegadas dos baterías de artillería de 20 mm. con un potente radar, además alrededor de la Base el terreno estaba minado.

        Tomás me decía que era muy complicado para el personal desarrollar las tareas de mantenimiento e inspecciones de los aviones a la intemperie, ni qué hablar de los armeros que diariamente (a las 04:00 Hs.) comenzaban a configurar los aviones, montar las bombas, cargar los chassis cañones. Otro de los inconvenientes que Tomás había sufrido en carne propia eran las comunicaciones, varias veces tuvo que salir corriendo para la plataforma o pista para informar la nueva orden pues algunas HT no funcionaban o los teléfonos de campaña que relativamente funcionaban bien, tenían una gran contra  que era entrelazar las comunicaciones a través de un conmutador y casi siempre daba ocupado o se saturaba, pues no daba a vasto con todas las transmisiones.

        A grandes rasgos ésto fue una descripción de la Base.

        Luego le pedimos permiso al Mayor Rodeyro para ir hasta el pueblito de San Julián, siempre y cuando no hubiera alguna actividad prevista. Autorizados, nos trasladamos en un colectivo que llevaba al personal a almorzar (diariamente se realizaban dos turnos, permitiendo de este modo seguir operando). Así llegamos al pequeño poblado, separado de la Base aproximadamente 7 Km., unida por la Ruta Nacional Nº 3, es muy pequeño, paramos en el edificio de ENTEL para llamar a Tandil, hablé con mi señora y mis padres para decirles que había llegado bien y que se quedaran tranquilos; además Tomás me dió el teléfono del Gimnasio donde podrían llamarme por las noches.

        Desde allí nos dirigimos al Gimnasio Municipal, al entrar me llevé una gran sorpresa: por todos lados habían catres de dormir, bolsas de despliegue y bolsones, convivían un total de 360 personas entre Suboficiales, Civiles y Soldados en un espacio tan reducido (en realidad era una cancha de basquetball y una de pelota paleta). Mientras el flaco preparaba sus cosas para regresar y  apartaba las que me iba a dejar, me comentaba que uno de los mayores inconvenientes se produce cuando hay que asearse, ya que solamente se cuenta con cinco lavatorios, diez duchas y el agua caliente funciona desde las 18:30 hasta las 19:30 Hs., después de esta hora se corta la luz por oscurecimiento.

        Luego de alistar todo y dejarme el catre y algunas otras cosas, fuimos caminando al lugar donde se raciona. El comedor de todo el personal sin distinción de grado, es una parrilla municipal, una construcción formada por una gran cocina que ocupa la parte central y dos alas rectangulares de casi cien metros cada una, usadas como comedor y como depósito en general, respectivamente. Esta parrilla se encuentra separada del Gimnasio a unos 600 metros, está construída al borde de la bahía que entra desde el Océano Atlántico (algunos habitantes desarrollan actividad pesquera en ella).

        Nos reunimos con nuestros camaradas en una mesa muy larga, el almuerzo era un guiso de papas, arvejas y trozos de carne de cordero, condimentado con mucho picante (según los entendidos en el arte culinario, ésto dá muchas calorías), para tomar: jugo de naranja con agua, el postre: una manzana. El flaco me dijo que este menú se repetiría todos los días, tanto para el almuerzo como para la cena. Durante una breve sobremesa, algunos aprovechamos para escribir unas líneas que él llevaría de regreso a Tandil, le reiteré a mi familia que estaba contento y que se quedaran tranquilos.

        Luego volvimos a la Base en micro, el clima era de alegría, llegamos a las 14:00 Hs.  Mientras Tomás se despedía de todos los compañeros, me dirigí al Departamento Inteligencia para que me confeccionaran la Tarjeta de Identificación y que tomaran todos mis datos personales, me entregaron una chapita identificatoria de acero inoxidable con una cadenita para que me colgara al cuello, (que es indestructible), me encargaron que la llevara permanentemente pues si algo me pasaba ella serviría para mi identificación. No tomé con mucho agrado esta explicación, pero pensándolo bien, era lógico.

        Posteriormente fuí al Departamento Operaciones donde se asombraron al verme pues esperaban a una persona mayor, si bien tengo 23 años represento un poco menos. Sabían que yo era enviado por el Com. Martínez y tenía el aval del Jefe de Unidad, Brigadier Camblor. Me explicaron las tareas que ya el flaco me había anticipado.

        Luego me reuní con el Mayor Rodeyro y el 1er.Ten. Posadas, me presentaron a los Suboficiales y Oficiales de A-4C (Vcom. Llabresse y 1er.Ten. Rosales), ellos ya sabían del cambio con el flaco, me ayudaron a acomodar mis cosas entre las cuales estaba la caja preparada por mis suegros, Doña Alicia y Celestino, no pudo ser mejor celebrada mi llegada, realizamos una pequeña picada a la cual se sumó el 1er.Ten Rocha y Tomasito que partirían en pocos momentos más hacia Tandil (el avión, un F-28, estaba cargando combustible y venía de Río Grande) el clima era muy tranquilo ya que no habría salidas de Dagger ni de A-4C.

        Me despedí de Tomás con un fuerte abrazo, igualmente del 1er.Ten. Rocha, deseándoles feliz regreso y transmitiéndoles mis saludos a todos los compañeros de Tandil; partieron a las 17:00 Hs.

        Inicié mis tareas redactando los mensajes de estado de aviones y el Parte Diario de Guerra, pues aunque no se desarrollasen misiones, igualmente había que confeccionarlo. Ya había oscurecido, aproximadamente ocurre a las 17:45 Hs., y amanece a las 08:00 Hs. La temperatura era bajo cero. Luego de haber firmado el Mayor Rodeyro, llevé la documentación al Comodoro Maistegui y finalmente a la Sala de Teletipo, que está en una casilla rodante facilitada por la Empresa YPF.

        Fuí a la Sala de Situación, allí prácticamente no quedaba tarea por realizar, sólo se coordinó quiénes quedarían de "alerta" en la Base  y el resto quedaba liberado para abordar el micro que nos trasladaría al Gimnasio.

        Para mí también finalizaron las tareas, éste fue mi primer día y parece ser con mucha suerte pues según la gente de  A-4C rara vez podían retirarse temprano (18:30 Hs.). En el viaje de regreso existía una gran camaradería, alguno que otro siempre salía con alguna broma o chiste haciendo alusión al "Pata de Lana"... Muchos de ellos eran cordobeses que sabemos tienen una chispa admirable.

        Una vez arribado al Gimnasio me dediqué a preparar el catre con la ropa de cama y el resto de mis pertenencias, me dí una ducha, después nos juntamos para ir a cenar a la parrilla, me aclararon que tratara de vestirme con el buzo y la campera de mecánico provista para ser mejor identificado por los controles de
seguridad, tanto de la entrada y salida del Gimnasio como de la parrilla y los otros controles distribuídos por el pueblito.

        Al recorrer el interior del Gimnasio resultaba increíble cómo la gente de A-4C se las había ingeniado para confeccionar en madera mesitas de luz y todo tipo de mejoras que uno se pueda imaginar para su confort. Si bien a las 19:30 Hs. se corta la luz, cada uno tenía una fuente de generación: una linterna, un farol o unas velas, alumbrando tanto para jugar a las cartas, leer alguna revista o libro o bien para escribir alguna carta, pero había que dar cumplimiento al oscurecimiento, por eso estaban perfectamente selladas las ventanas para impedir que la luz se vea desde el exterior.

        A la salida el retén de seguridad nos daba la contraseña, que consistía en una palabra clave para poder ingresar nuevamente, ésto era muy estricto.

        Conformábamos un grupo aproximado de 15 personas, algunos con armamento, pistola o ametralladora Alcón. El trayecto hacia la parrilla lo realizamos guiándonos con una pequeña linterna, teníamos que pasar por un puesto de control del Ejército, me aconsejaron ir hablando permanentemente pues era como un salvoconducto, ya que escuchar el idioma castellano daba tranquilidad a los que controlaban. Nos iluminaron con un potente reflector, apagándolo al identificarnos, así pude comprender el por qué de la vestimenta, el de ir en grupo y siempre conversando.

        Algunos de mis compañeros se quedaron en un bar donde había un billar, para jugar alguna ficha o tomar alguna bebida; según me contaron, varios eran asiduos concurrentes, al igual que al otro lugar de divertimiento llamado El Grillo, sitio muy especial con chicas... muy trabajadoras...

        Los que quedamos cenamos el inamovible menú diario, regresando luego al Gimnasio. Antes de acostarme, aunque muy cansado, escribo lo sucedido durante este largo día...


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