Con razón sin razón con motivos o no sucedió.
Sucedió un 2 de abril que un grupo de hispanohablantes dejaron
sus familias y se unieron armados para recuperar un gran territorio
usurpado por otro grupo humano mejor armado y conquistador injusto.
Paso hace tanto ya que parece mentira, parece mentira por el tiempo
transcurrido y por el olvido programado, pensado y ejecutado por los
gobiernos democráticos que mal votamos desde 1983, por lo menos
en lo relacionado a la causa Malvinas ningún gobierno hizo algo
en serio, al contrario trabajaron favor de los intereses del RU.
Es increíble ver a aquel pueblo unido en la plaza por motus
propio apoyando la recuperación con banderas argentinas, es increíble
que nos hayamos olvidado de lo que podíamos hacer juntos.
Que lastima que paso tanto tiempo, que lastima que perdimos tanto tiempo.
Que lastima que los olvidamos a ellos, a los que sintieron la quemazón
y el dolor de la muerte, y que dejaron tendidos sus cadáveres
valla a saber donde. Que lastima que nadie los recuerda, que nadie les
reconoce, pobrecitos, si a sabiendas de lo irremediable se ofrecieron
igual, cuantos murieron por la patria, pero no solo por la patria romántica,
buena y contenedora, la de San Martín y Belgrano, si no también
por la Patria de los Kishner llenos de odio y resentimiento que no logran
divorciar Malvinas de dictadura, la patria de los Barrionuevo, Moyano
y compañía, de los Menem. Mira que morirse por la clase
política argentina, que cagada.
Morirse por la patria no es solo morir por sus virtudes es morir por
sus defectos, la clase política corrupta es nuestra patria, los
sindicalistas brutos y matones son nuestra patria, la maza bruta que
consume la basura en todos sus ejemplos, la mugre pornográfica
diaria, la música barata, la mentira y el clientelismo son también
patria. Y quizás ellos murieron por eso también.
Pero nunca de los nucas habrán sospechado al momento de entregarse
a la muerte en el olvido y la discordia.
El olvido de los malditos políticos ladrones que votamos, es
una cosa pero el olvido de sus vecinos de su gente de su pueblo eso
es morir dos veces.
Es cierto que los gobiernos llevaron adelante un programa para que
olvidemos y reneguemos de nuestro derecho como nación a recuperar
lo que no robaron y ser independientes por los medios que mas nos parezcan,
hasta de eso renegamos, hasta de nuestro derecho a la violencia.
Todavía me cuesta recordar que cuando sucedió el 2 de
abril de 1982 en mi casa en el interior del chaco había un TV
blanco y negro con señal de aire con un solo canal, escuchábamos
radio en una tonomac sin FM por que no las había, e Internet
era cosa del Tony o Dartañan imposible de creer. Todavía
nos creíamos los mejores del mundo.
Hoy a tantos años yo hago un esfuerzo por traer a la vida a
la realidad a la actualidad a todos ellos nuestros héroes, los
que deberían ser ejemplos en las escuelas, recuerdo permanente
de los gobiernos y del pueblo, ellos nuestros soldados, que se comieron
el julepe a la muerte, cerraron los ojos y apretaron el gatillo, pensando
en los suyos, en mama, en los hijos, en la esposa con el terror de pensar
que nunca mas la verían, pero apretaron el gatillo igual.
Algunos volvieron a este despojo llamado Argentina, otros siguen ahí,
enterrados, muertos volviéndose polvo y sus almas aun esperan
que los que vienen atrás tomen la bandera dejada en pie en las
islas y continúen la lucha, si la lucha como mejor nos parezca
por que esas tierras y mares son nuestras y las regamos con sangre y
nos las quitaron, tenemos el derecho a reclamar nuestros muertos y nuestra
soberanía principio fundamental de una nación.
No elegimos al enemigo, si así fuera hubiéramos elegido
un enemigo mas débil, el enemigo nos eligió a nosotros,
falta ver 27 años de olvido y temor después, cual es el
camino que seguiremos.
Javier Morante
33 años
Resistencia -Chaco- Argentina |