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26/05/2009

 

Israel se prepara para una "triple guerra"  

Dos fechas claves, que pueden activar un desenlace militar en el escenario conflictivo de Medio Oriente. Tres objetivos centrales, tres teatros de operaciones en curso: Irán, Líbano y Gaza...

Dos fechas claves, que pueden activar un desenlace militar en el escenario conflictivo de Medio Oriente: Elecciones en Líbano el 7 de junio, donde Hezbolá (como ya lo hizo Hamás en Gaza) puede acceder al gobierno. Elecciones en Irán el 12 de junio, donde Ahmadineyad puede conseguir su reelección como presidente de la nación islámica. Ambas fechas, según la prensa israelí son claves, ya que de acuerdo a los resultados se apresurarían o no las operaciones militares planificadas de Israel contra los búnkeres de Hezbolá y las usinas nucleares de Teherán.

Tres objetivos centrales, tres teatros de operaciones en curso: Irán, Líbano y Gaza, además de una posible implicación de Siria en el conflicto, marcan la agenda del Ejército judío que el próximo domingo comenzará un ejercicio militar en gran escala con simulación de una guerra regional y de una Intifada. Demasiados frentes (simultáneos) abiertos, demasiada acumulación de tensiones, crecientes operaciones cruzadas de acción psicológica intimidatoria entre Tel Aviv, Teherán y Damasco, reuniones de alto nivel en Washington y Tel Aviv, hacen presagiar según analistas árabes, judíos y estadounidenses un desenlace militar activado por la plana mayor israelí que busca -según su propia definición- desactivar la capacidad nuclear de Irán antes de que consiga la bomba, e impedir que Hezbolá se apodere del Estado de Líbano y que Hamás vuelva a solidificarse en Gaza.

Una sumatoria de piezas de ajedrez, donde el estado mayor israelí -como señala The Washington Post- da señales claras de que está dispuesto a lanzar un "hecho consumado" (operaciones simultáneas y sincronizadas) contra el eje Irán, Siria-Libano-Gaza, para implicar a Washington en el conflicto.

Informe especial de IAR Noticias

Las fuerzas armadas israelíes se preparan para lo que la prensa israelí señala como el "más extenso ejercicio de guerra" que se iniciará el próximo domingo con la simulación de una "batalla en Gaza" y movimientos de "guerra" en la frontera con Líbano, en el norte de Israel.

Además, las fuerzas combinadas que participarán en el teatro de operaciones se enfrentarán a un escenario que incluirá un levantamiento popular (Intifada) por parte de los árabes israelíes en territorio judío.

De acuerdo con el ejercicio programado, los juegos de guerra incluirán como objetivos a Hamás, Hezbolá y Siria, en cuyo trámite los palestinos llevarán a cabo ataques terroristas, y los árabes de Israel producirán disturbios en masa.

El ejercicio militar comenzará el 31 de mayo y tendrá una duración de cinco días, será operado por el ministerio de Defensa con la asistencia de la Autoridad Nacional de Emergencia, y su objetivo es la simulación de una guerra regional con un frente de retaguardia nacional con participación de los ciudadanos.

La movilización simulará una escalada de tres meses montada en diversos escenarios, y alcanzará su "pico" con un ataque contra Israel.

El Gabinete de Política y Seguridad y el sistema nacional de información participarán en el simulacro, y el martes de la próxima semana, la sirena de ataque aéreo sonará en todo el país, se bloquearán las carreteras y los ciudadanos y los estudiantes deberán ingresar en los refugios.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, lanzó lo que llamó un "mensaje tranquilizador" a los países vecinos durante la reunión de gabinete, diciendo que "este es un simulacro de rutina, que se planificó hace varios meses y se celebra cada año con el fin de coordinar entre los sistemas civiles y militares".

En los últimos días se incrementaron las amenazas cruzadas y los juegos de acción psicológica disuasiva que implican en frentes simultáneos a Israel, Irán, Siria, Hezbolá y Hamás que realizan distintas movidas para posicionarse en un tablero marcado por una confrontación militar latente que a veces parece a punto de estallar.

Por ahora, esas amenazas no han salido del marco de los ejercicios militares o del juego de la presión diplomática, pero nadie podría asegurar que en cualquier momento no pudieran mutar en acciones reales.

Dos fechas claves -según los analistas estadounidenses e israelíes- marcan posibles desenlaces simultáneos de acciones armadas de Israel en Medio Oriente.

En el primer escenario, el 7 de junio Hezbolá y sus aliados podrían ganar las elecciones y controlar el Gobierno de Líbano detonando un nuevo "efecto Gaza", donde el país podría ser sometido a un bloqueo económico por parte del eje EEUU-UE y a una posterior operación militar en gran escala de Israel para destruir a la organización guerrillera.

En el segundo escenario, el 12 de junio el presidente de Irán, Ahmadineyad, se juega su reelección, y en caso de ganar (como prevén las encuestas) se va profundizar el programa nuclear iraní, que Israel considera como el "mayor peligro" para su seguridad nacional.

La semana pasada, y en un hecho inusual, la Casa Blanca de Obama advirtió a Tel Aviv que no lo "sorprenda" con un ataque militar unilateral e inconsulto, a las usinas nucleares iraníes.

Desde el gobierno ultrasionista israelí -según la prensa judía- se asegura que no se pedirá permiso para lanzar un bombardeo si se detecta que el régimen de Teherán planea lanzar misiles contra el territorio israelí.

El director de la CIA, Leon Panetta -según informó el diario Haaretz- estuvo en una misión secreta hace tres semanas en Israel para asegurarse de que el nuevo gobierno de Benjamin Netanyahu no intentará lanzar un ataque sorpresivo contra Irán.

Panetta se fue con la promesa de que la Casa Blanca será "advertida" pero que no se pedirá permiso para bombardear Irán, si se confirma la posibilidad cierta de un ataque con misiles desde Teherán.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, dijo durante sus conversaciones en Washington la semana pasada, que Hezbolá podría adquirir una fuerza considerable en las próximas elecciones libanesas y, posiblemente, crear un bloque chiíta que controle el país.

Según fuentes gubernamentales, Netanyahu describe el control de Hezbolá en Líbano como "peligroso" y "preocupante", y un triunfo electoral de esta organización el 7 de junio pondría nuevamente a Líbano en la mira de los bombarderos israelíes.

El vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, viajó a Líbano el viernes 22 para reforzar el apoyo de Washington al actual gobierno antes de las elecciones.

Biden es el más alto funcionario de EEUU que visita Líbano en más de 25 años, y el segundo de la administración de Obama en alrededor de un mes, siguiendo los pasos de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y pone de relieve las preocupaciones de Washington sobre una posible victoria electoral de Hezbolá

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, excluyó el lunes discutir el programa nuclear de Teherán con las grandes potencias, a pocos días para las elecciones presidenciales, al tiempo que Israel acusaba a Venezuela y a Bolivia de suministrar uranio a Irán.

 

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