06/06/07

 

Palabras del Cte. Gral. Spadaro en el acto de Gendarmería  
PRONUNCIAMIENTO DEL Cte GENERAL SPADARO, CON MOTIVO DEL BAUTISMO DE FUEGO DE GN EN MALVINAS. DIGNAS DE UN GENDARME

Un cuarto de siglo atrás, en este día, seis gendarmes dieron el máximo testimonio y entrega exigible a un soldado de la Nación, en acción de combate, en la guerra por la recuperación de un sector territorial usurpado.-

Así de extraordinario es el hecho que Gendarmería evoca hoy en su bautismo de fuego en una Guerra por la Soberanía y así de compleja su caracterización, por el contexto histórico en que ocurre.

Son estas dos razones que me indicaron la conveniencia de escribir el dictado del corazón y de la razón, antes de dar rienda libre a palabras que pudieran no reflejar la trascendencia de este acto.

He meditado este mensaje que expreso en mi nombre y del Escuadrón que tuve el honor de comandar en 1982.

El 30 de mayo, el helicóptero que transportaba a la Patrulla del 2do Cte San Emeterio fue alcanzado por el fuego enemigo, llevándose a la gloria a Sánchez, Nasif, Verón, Guerrero, Pereyra y Treppo.

El Gendarme Juan Carlos Treppo, el Cabo Misael Pereyra y el Subalferez Guillermo Nasif, entre los caídos, apenas pasaban los 20 años de edad, con sueños e ilusiones de una juventud que transitaba el final de una época de trágicos enfrentamientos y desencuentros en la historia.

Nasif, autorizado por el Director de la Escuela de Suboficiales de Mercedes donde revistaba, apareció de pronto en la Dirección Nacional donde se estaban designando a los cuadros que me acompañarían y me dice: Soy comando, vengo autorizado por el Cte My Zorzenón a solicitar se me incorpore a su unidad... " Así de simple.

De nada sirve un recuerdo, si se desenvuelve apremiado por el olvido o de explicaciones condescendientes o desorbitadas y deformadas de aquélla historia, en la que aunque haya sido fugazmente, desde 1833, fue suficiente para que volviera a ondear nuestra bandera celesta y blanca, elevada con dignidad sobre la turba de Puerto Argentino y demás territorio insular.

La Institución, trasciende siempre a sus integrantes y permanece inalterable, si no se aparta del destino de hidalgo servicio a la Patria. Por eso, los veteranos de Gendarmería sabemos con claridad que nuestros nombres, en definitiva, no son esenciales a esta Historia; pero si lo es la del Escuadrón Alacrán. Esa es la impronta que ha marcado nuestras vidas desde 1982 y el silencio, que solo se interrumpe cada vez que en algún instituto contamos algunas de las historias; sin otro objeto que el de inclinarnos ante nuestra Gendarmería, que es la matriz que creo al Escuadrón Alacrán, en sus valores, en sus símbolos, en el destino de cada uno de nosotros.- Cuando un veterano rompa esta matriz de austero comportamiento frente al Juicio de la Historia, solamente será posible admitirlo porque las cicatrices de aquellos días se reabrieron, para enfermarlo en su mente antes que en su espíritu.

¿Porque fuimos a Malvinas? Cumpliendo una orden. Pero la realidad era que también, queríamos estar. Preguntad esto a cualquiera de los veteranos aquí presentes y escucharan una sola respuesta afirmativa. La atrocidad de intentar desvirtuar este ultimo sentimiento, nacido hace varios años al conjuro de la expresión "chicos de la guerra", durante un indisimulado proceso de desmalvinización - afortunadamente interrumpido en estos días - han quedado como interpretaciones de pequeños e indignos espíritus de facción, que configura una señalada Traición.

En esta breve historia de Gendarmería en Malvinas, no conocí un solo gendarme que no hubiera deseado integrar aquélla Compañía de Tropas especiales 601 de Gendarmería, convocada a las Armas por el Ejercito junto con las entrañables y ejemplares compañías de comandos 601 y 602 de los Mayores Rico y Castagneto.-
No hemos buscado los gendarmes en lo personal, ningún reconocimiento. No nos es necesario. Gendarmería no forma marionetas de publicidad ni pusilánimes. Pero esta Unidad elevo respetuosa su voz algunas veces, con el solo propósito de reafirmar que la presencia argentina en Malvinas no ha sido la cruel inutilidad, que algunos afirmaron con brutal falta de una mínima concesión y respeto a los caídos, y sin piedad a sus familias y elemental consideración a los que regresamos, cada uno con pesadas mochilas en las almas y otros tantos, además, mutilados. Dijimos siempre algo, en ese entonces, por fidelidad a los símbolos, por respeto a los caídos y a nosotros mismos. Si algo ha caracterizado al Escuadrón Alacrán, es que sus integrantes constituyen una fotografía detenida en su imagen, el 14 de junio de 1982.
Abroquelados primero en los duros golpes recibidos y después en la resistencia final de ese día, quedamos unidos para siempre en una Unidad de Gendarmería con lista de revista detenida e inalterable en los grados y posiciones que teníamos cada uno en aquel tiempo.
Notarnicola, sigue siendo el gendarme para todos nosotros y Guiñez el Alférez, al igual que Puentes, aunque todos ellos sean hoy importantes ejecutivos en la vida civil. Figueredo seguirá siendo el Sarg. 1º heroico que arremetió salvando a la patrulla de la emboscada, y Gómez del Junco aquel 1º Alférez que en el frente y en la retaguardia resolvió los mil problemas logísticos de la unidad. Y así también Verón sonriendo en aquel camión que lo transporto al helicóptero en su viaje sin retorno. Ese es el mensaje central de este día: reconocer que Gendarmería nos dio ciertas condiciones de formación únicas e indestructibles, que trasciende al castrum militar y que permitió plasmar la fortaleza de un espíritu, que sobrevivió a las contingencias personales de todos nosotros.
Este sentimiento apareció rápidamente en noviembre 1982 cuando ante las dudas de algún comando superior de entonces, insistimos en construir el primer recuerdo en bronce, erigido a un gendarme muerto en combate, para simbolizar a todos los caídos, y que hoy continua erguido en Atucha.
Alguien me dijo en esos días difíciles para todos los veteranos: "Como va a levantar un busto tan pronto!!!? Eso "Sabe a Gloria"... SÍ; Exactamente es eso; Murió por la Patria y por todos nosotros, en una ahogada respuesta que no disimulo la máxima tensión que me origino.
Nosotros solo pedíamos que no olviden a los caídos y a sus familias, en ese entonces. También en aquellos días, de desmalvinización, cuando tres veteranos en una unidad del Sur, recibieron algún cuestionamiento innecesario, por usar el pañuelo verde que acuñamos su uso en combate, volví a justificar, lo que no era necesario aclarar. O cuando alguien inapropiadamente objetara - basado en los escasos haberes de pensión del héroe fallecido- la posibilidad de otorgar un crédito que le parecía elevado en relación a los ingresos de la viuda, para acceder a una casa digna para la Familia del Cabo Pereyra, cuyo hijo póstumo hoy lleva como oficial, la estirpe de su papá.

Pequeñas y olvidables anécdotas, que solo las traigo al presente, para reafirmar algunas cuestiones fundamentales en este aniversario del Bautismo de fuego de Gendarmería:

- La Nación no se construye desde el olvido ni la parcialidad!!!. Nunca es una obra terminada y es su pueblo siempre, el mas firme centinela.-
- Los hechos ocurridos, finalmente se imponen en la letra final de la Historia aun inconclusa.
- Gendarmería se ha edificado sobre valores; nunca por la paga. Que no implica avalar que hay algún derecho a trasladar a la familia, las penurias y privaciones y tampoco abandonar a los que dejaron la vida activa, sin dejar jamás de ser Gendarmes.-

Nuestro balance final de esta historia abreviada en que 69 gendarmes dieron el siguiente Testimonio:

Protección y vigilancia terrestre durante el conflicto en Comodoro Rivadavia, por la sección que luego de intentar dos desplazamientos aéreos, debió regresar desde Malvinas bajo fuego enemigo que impido el aterrizaje.
Llamados a la gloria en combate: Sánchez, Nasif, Acosta, Verón, Guerrero, Pereyra y Treppo
Heridos en acción: 3 gendarmes. Uno de ellos con esquirlas aun hoy en la cabeza. En aquellos días el cupo de distinciones ya estaba cubierto, y por ello, no lleva la medalla del herido en combate.
Acciones en territorio ocupado, participando en patrullas de combate, integradas con las Ca de Comandos: 9
Acciones finales de Unidad, desdoblada y desplegada como tal, del 13 al 14 de junio, dos.-
Prisioneros de guerra hasta la repatriación del último combatiente: Jefe y 2º Jefe de unidad, éste último por la solidaridad de que el gendarme no abandona a su Jefe, ni éste a sus subordinados.
Espíritu de cuerpo de la Unidad: Expuesta como ejemplo en el Congreso internacional de psiquiatría militar en 1985. -
Cohesión interior entre los veteranos: Intacta, desde su regreso hasta que parta el ultimo gendarme en el viaje final de la vida.-
Condecoración a la Bandera de Guerra al escuadrón Alacrán. Por unidad destacada en combate por la Nación y por las provincias de Santa fe y Mendoza.
Medallas del Congreso de la Nación a todos los veteranos.
11 condecoraciones diversas otorgadas por la Nación a los integrantes por acciones relevantes.
2 Condecoraciones del ejército en el grado de Comendador y al mérito Militar.
Distinción de Honor derivada del desempeño de la Unidad, discernida luego de emitido el juicio preliminar sobre las conductas de Jefes y oficiales por la Comisión presidida por el Grl Calvi.
Medalla de Gendarmería al Veterano de Malvinas.-

Dentro de unos días, recordaremos en Formosa al último de nuestros caídos: Sarg Ay. Acosta. He solicitado permiso a la hermana de Acosta, incansable abanderada de Malvinas, para hacer hoy una mención singular, pero necesaria en estos días.

Acosta, solidario, sereno, de férrea disciplina y arquetipo del Gendarme, fue a entregar su vida por la razón que fuimos todos: Integración Nacional. Pero en él, esta afirmación tenía una doble implicancia porque llevaba consigo una llaga enorme que nublaba los sentimientos de toda su familia y de la que hasta hoy, nunca hemos referenciado, pero es imprescindible hacerlo.

Acosta, trascendió también - aunque pocos lo sepan- como ejemplo de la Argentina turbulenta de la década del 70.
Mientras él vistiendo uniforme de soldado de la Patria, luchaba por esa integración, en su memoria lo golpeaba la entonces reciente muerte de su hermano civil, abrazado a otra Causa interna nacida de las disensiones entre argentinos y caído en la otra trinchera, que había originado en la cruel guerra civil , de una juventud - la de todos nosotros en aquellos días- que creíamos Justa, según la trinchera en que por rol o por creencias revistábamos.
Aquella tragedia aquietada en la dignidad de la familia Acosta, que hoy vive con la carga de ambos sacrificios, pero con la serenidad y la Paz de los que saben que el rencor nada resuelve y mucho menos, sobre hechos y circunstancias en que otros grandes responsables y decisores, de uno y otro bando, ya nada pueden modificar sobre sus conductas fraticidas y las consecuencias de sus determinaciones, que caían implacables y nefastas, proyectadas a futuro, para agravio de esa juventud atormentada, enceguecida y aun muchas veces usada con desatino y crueldad, es que venimos con elevada conciencia, a recordar esta circunstancia, para que todos los gendarmes y mis conciudadanos sepan que Acosta es mucho mas que el gendarme muerto heroicamente en combate; Es el símbolo de una época que puede encontrar en esta familia argentina, ya no el paradigma de Justicia que no fue ni puede ya serlo, sino de la templanza cristiana para mirar al futuro con las almas sosegadas para que, definitivamente, nuestros hijos y nietos vean que el pasado puede también construir el abrazo definitivo entre todos los argentinos y no una trampa que repita la fatalidad.

Ese es, señores, el espíritu de Malvinas. Nos recordó lo que ya sabíamos en la maldita confusión y odio de aquellos días en el continente: que un argentino jamás puede confundir a otro argentino como enemigo y que la vida que se pierde, es la mayor frustración de la humanidad, y una tragedia en cualquier circunstancia.
Pero si la Patria, demanda ese sacrificio final ante el enemigo exterior, también afirmamos que nadie puede sembrar dudas que resquebrajen la fortaleza e integridad de espíritu, que universalmente todas las naciones, cuidan, atesoran y construyen sin deserciones en sus hijos.-

A 25 años, que esta historia vuestra - el Escuadrón Alacrán es Gendarmería- y de la Familia Acosta, nos permita identificar símbolos para todos: la unión nacional, por encima de las facciones de la Historia.

Por último:
Gendarmería: Gracias por habernos permitido representarte en Malvinas.
Gracias por haber impreso tu espíritu en el Escuadrón Alacrán.
Hicimos lo que pudimos, de eso, debes estar segura. Discúlpanos todo lo demás en que te hayamos defraudado.

Ejercito Argentino: Gracias por haber creado la Ca de Tropas Especiales 601 de Gendarmería y reconocer en ese acto, la irrenunciable calidad militar de la Gendarmería, que nació de tus filas en 1938. -

Familia de los veteranos presentes y de aquellos con situación de revista eterna en Malvinas: Perdón por todos los que te han olvidado o ensañado con recuerdos y dichos que parecieran afirmar que todo fue una aventura inútil, Perdónalos, porque no saben lo que hacen y si creen saberlo, son simplemente ignorantes de cómo se escribe la Historia y como se construye una Nación: solo andando el tiempo, sin beneficios de inventarios, e implacablemente.

Gracias porque representáis lo mejor de todos nosotros y porque las paginas más heroicas de aquellas jornadas, fueron escritas por ustedes con el corazón sobrecogido en la esperanza del regreso; con la mirada escrutando miles de kilómetros imaginando y rezando por el regreso para la continuidad de los sueños compartidos con vuestros hijos, hermanos, esposos o padres; o ayudando abrupta y dolorosamente, a cumplir el mandato testamentario en plena guerra, respecto de lo que Sánchez había expresado como ultima voluntad: que entregaran a Betty y Cinthia, el Sable de Güemes o ya acompañando primero al General que llevaba la noticia de muerte, a la esposa del vecino de barrio a quien habías visto partir y escuchar mi insolente e incumplida promesa de que se lo traería de regreso. O las hermanitas de Treppo, que durante largos años seguían esperándolo, al creerlo sobreviviente del misil. O al Cte My Nasif y familia, guardando recatada fortaleza. O a los padres de Guerrero en Formosa, que un día encontré vendiendo chipas para sobrevivir o de su digna esposa que hoy nos acompaña.
Vosotros, como Familia, escribisteis mensajes tan severos demandando nuestra fortaleza, como aquella tarjeta escrita por Paola de 9 años y que me entrego para que la lleve en el bolsillo junto al corazón y que decía": ...yo tengo muchas esperanzas de que regreses vivo de la Guerra. Papa, confío en ti y quiero que guardes esta cartita porque en ella esta todo mi cariño y mi fe... y cuando sea la hora de ir a luchar, quiero que la tengas siempre contigo y cuando estés herido, sácala de tu bolsillo y léela que te mejoraras..." estas criaturas, fueron los verdaderos y únicos chicos de la Guerra, con la particularidad de que solo transmitían coraje, iluminados por el fuego de la argentinidad.-

Patria Amada: es tiempo que te pidamos perdón, porque nuestras armas y no otras razones, - mas allá de los errores - resultaron insuficientes para reconstituirte íntegramente y permitir que nos cobijes a todos, sin mutilaciones, sin odios, sin mantos de neblinas, y con la piedad de Cristo, nuestro Señor, a quien todos nos encomendamos, ayer y hoy, de la mano del querido Capellán, padre Astolfo, seguramente muy cerca hoy de Ti, con Santos, San Emeterio, Pardo, que partieron después a unirse en el cielo, con las almas de los que yacen en Malvinas.-
Malvinas Argentina: No te pedimos perdón, porque sólo tú sabes lo que hemos hecho por ti los 10 mil veteranos en la tierra, el aire y nuestros mares. Ten paciencia.
No te hemos olvidado y ello jamás ocurrirá. Hasta Siempre!!!

José Ricardo Spadaro
Comandante General R. (VGM)

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