Mientras que de forma pública los funcionarios nacionales realizan discursos a favor de Malvinas y la soberanía del archipiélago, por detrás, pactan con el gobierno británico. Es triste y lamentable lo que está sucediendo.

Si bien en teoría son indudablemente de Argentina, en la práctica Gran Bretaña ejerce el pleno control sobre Malvinas. El gobierno nacional, a lo igual que los últimos gobiernos, no ha impuesto una clara política de defensa ni una estrategia diplomática acorde a las necesidades. Solo atina a realizar algunos comunicados entre las naciones vecinas, en la ONU o realizar cartillas de protesta al Reino Unido. No toma en cuenta una política "malvinera" para aplicarse en la política, en la sociedad, ni mucho menos a nivel económico, ya que ni siquiera intenta imponer restricciones a empresas británicas que operen en el territorio.

Breve cronología de la entrega

Desde el fin del conflicto bélico hasta 1989, todos los años Argentina logró obtener una resolución favorable, donde la ONU instaba a ambas partes a resolver por la vía del diálogo el tema de la soberanía de las Islas. Luego ningún otro Canciller intentó obtener resoluciones de ese tipo. Solo realizan discursos en la ONU que son catalogados por los medios nacionales como "duros", "exigentes", etc. En realidad son protestas formales, que sirven pero en la práctica no se reflejan esos dichos. Así ha sido siempre y lo es incluso en la actualidad con el Canciller Taiana.

En 1986 comienzan los problemas con el Canciller Dante Caputo, quien no estuvo a la altura de las circunstancias y no fue capaz de impedir que Gran Bretaña usurpara 200 millas alrededor de las Islas, y comenzará a obtener grandes réditos económicos por la concesión de licencias pesqueras, que aún están vigentes. Hasta 1986, las Malvinas no eran rentables para la Corona, pero la inacción e ineficacia del gobierno argentino permitió la nueva usurpación.

En 1989-90, el menemato reinserta a la Argentina en el mundo, a un gran costo: la firma de dos Acuerdos-Tratados con Gran Bretaña ponen de rodillas a los argentinos, vendiendo todo su patrimonio a empresas extranjeras, e inundando de desocupación y pobreza a la Nación entera. (Para más info click aquí). Por ese entonces, el Canciller argentino era Domingo Cavallo.

Hoy, 2008, el Canciller Taiana mantiene reuniones con representantes del gobierno británico, y ya no por la soberanía de Malvinas, sino por la soberanía de nuestro propio territorio.

Es así como decenas de empresas de la Comunidad Británica de Naciones, que tiene su apoyo legal en los Tratados firmados con Menem, se instalan en el país y casi sin costo alguno extraen recursos minerales no renovables y de gran valor estratégico. Lo mismo sucede con el petróleo, la pesca, y próximamente el agua.

Pocas semanas atrás, el vicepresidente Cobos, mantuvo una reunión con el embajador británico, donde se pide protección de las inversiones británicas, para facilitar la entrega y el saqueo. (Para más detalles click aquí)

A su vez, están en juego la soberanía de más de un millón de kilómetros cuadrados alrededor de las aguas circundantes de Malvinas, por la extensión de la Plataforma Continental (click aquí para más info), y la soberanía de la Antártida, donde Argentina toma una posición cada vez más pasiva, y Gran Bretaña se ha reservado el derecho de reclamar por el continente blanco cuando lo estime necesario. Un punto influyente es el Tratado de Lisboa, (click aquí para detalles)

Con este ejemplo comprenderemos que está sucediendo: Si un desconocido usurpa un cuarto de mi casa, y con el tiempo, en vez de utilizar todas las vías posibles para expulsarlo de mi hogar, le doy algunas ventajas y favorezco que también pase por mi cocina, y use el baño... así nunca se irá de mi casa, justamente, a la larga me terminará expulsando de mi propiedad.

Esa es la actitud que ha tomado el gobierno y Cancillería Argentina desde que finalizó el conflicto bélico. Por eso hoy se está peor que en 1982 y las 649 vidas que dejó la guerra han sido en vano. No se supo aprovechar las ventajas que había dejado el conflicto, pues en un escritorio se ha decidido el futuro de la Nación.

Ejemplos sobre empresas británicas operando en Argentina, sobran. Y es gracias a que en los Tratados bilaterales con el Reino Unido, Argentina le ha dado la ventaja de ser siempre "la nación más favorecida", y por ello obtiene grandes descuentos al invertir en nuestro país. Existen mineras de la Comunidad británica de Naciones que extraen recursos estratégicos y que no son renovables: uranio, petróleo, oro, cobre...

Conclusión

Mientras en el campo diplomático se aparenta trabajar por la soberanía de Malvinas, en la práctica se entregan los recursos y territorios de la Nación, a empresas relacionadas directamente con Gran Bretaña, país que actualmente usurpa las Malvinas, y pretende quedarse con la Antártida y gran parte del sur del Mar Argentino.

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