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Regalo a Bolivia: Documentos comprueban la entrega de territorio


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13/03/2014

“Ni en la época en que se discutió el convenio de límites, ni antes ni después, se ha mencionado el territorio de Santa Victoria como zona que pudiera ser materia del tratado”...

Existen varios antecedentes históricos que demuestran, que la demarcación del límite internacional con Bolivia en el departamento de Santa Victoria Oeste, podría pasar por encima del Abra de Rejará, como afirman los habitantes del Abra de Santa Cruz. Pero el abra se encuentra en territorio boliviano desde el 28 de noviembre último.

En 2012, la Cancillería argentina aceptó la petición de boliviana de instalar un nuevo hito demarcatorio entre los hitos ya existentes de Peña Orco y Mecoya. Ese acto dejó al Abra de Rejará, súbita y completamente en territorio del vecino país. Lo mismo pasó con la naciente del río Santa Cruz, mencionada por diversos documentos en tierras salteñas.

Zacarías Sánchez, fue uno de los peritos argentinos durante la demarcación del tratado de 1925 y el ex jefe de la División Técnica de Límites Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina. Según rescató en su ensayo, la Cancillería argentina dejó en claro cuando se negociaba el tratado, que los límites del departamento de Santa Victoria Oeste de la provincia de Salta nunca estuvieron en negociación alguna. “Ni en la época en que se discutió el convenio de límites, ni antes ni después, se ha mencionado el territorio de Santa Victoria como zona que pudiera ser materia del tratado”, cita Sánchez del segundo memorándum entre las cancillerías en la página 57 de su libro “La Cuestión de Límites con Bolivia”, impreso por la Cámara de Diputados en 1928.

Si el límite del departamento de Santa Victoria no estaba en discusión durante el tratado, entonces la demarcación internacional podría pasar por el Abra de Rejará, como dicen los pobladores del Abra de Santa Cruz, porque ese es el límite que separa la antigua Finca Grande de Santa Victoria, con la finca tarijeña de Rejará. Esto avala los testimonios de la gente del lugar que afirman que esas tierras, una suerte de triángulo con una base de seis kilómetros, que es lo que separa a Peña Orco de Mecoya y de dos kilómetros de alto, que es lo que separa a esa línea del Abra de Rejará, siempre perteneció a la Argentina.

En 2009, a pedido de la de la Dirección General de Inmuebles de la Provincia, Cancillería ratificó el trazado del plano de la antigua Finca Grande de Santa Victoria, que limita con la estancia boliviana Rejará, al menos desde 1887.

En uno de los mapas de ese plano, la demarcación del límite internacional pasa por sobre el Abra de Rejará, la misma frontera natural que siempre separó a las fincas Santa Victoria, al Sur, y Rejará al Norte.

Esa es la misma demarcación que siempre habían respetado los pobladores del lugar, hasta la instalación del nuevo hito que estableció la demarcación por una línea geométrica imaginaria entre el Hito Peña Orco y el Hito Cerro Mecoya, conocido en nuestro país como cerro Santa Cruz y llamado Cerro Porongal en el convenio limítrofe de 1889. El antiguo dominio de la finca salteña Santa Victoria, incluía entre uno de sus puestos al Rodeo Santa Cruz, donde se ubican las poblaciones de Abra de Santa Cruz, Santa María y Santa Cruz, en el Valle del Silencio. Ahí viven al menos 17 familias salteñas que desde el 28 de noviembre último se encuentran oficialmente en territorio boliviano, aunque por tres generaciones los habitantes del lugar siempre afirmaron estar viviendo en Salta.

Además, históricamente, esos pobladores habían recibido asistencia de un solo Estado: el argentino, que fue el que los reclutó para el servicio militar, brindó documentación, caminos, educación, salud y asistencia social durante los últimos 90 años.

Según la información consignada, el Abra de Rejará siempre formó parte la Finca Grande de Santa Victoria, Salta. Los planos de la antigua finca fueron revisados en marzo de 2010 por la Dirección de Inmuebles de Salta, en el expediente 18-20467, por un pedido de prescripción adquisitiva de pobladores del lugar que habitan esa tierra ancestralmente. En uno de los mapas del plano de mensura para la prescripción adquisitiva de esa parte de la Finca Grande de Santa Victoria aparece el Abra de Rejará justo por sobre la línea que separa a las dos naciones.

El 23 de octubre de 2009 la Comisión Nacional de Límites Internacionales de la Cancillería argentina dio su aprobación a ese plano y “...al trazado del límite internacional argentino- boliviano que figura en el Plano de Mensura para Prescripción Adquisitiva correspondiente a la Finca Grande de Santa Victoria, perteneciente al departamento Santa Victoria, Provincia de Salta”.

La nota lleva la firma de Joaquín Daniel Otero, que figura como director de Límites y Fronteras del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. “En el caso del Valle del Silencio la Fiscal de Estado de la Provincia está obligada a iniciar las acciones legales en defensa de los intereses y bienes de Salta. A impugnar tachando de inconstitucional el acuerdo de la comisión binacional que decidió amojonar innovando en la situación precedente”, opinó el ex-fiscal de Estado de la Provincia, Armando Caro Figueroa. La naciente del río Santa Cruz está dentro de Salta. El mapa del perito del tratado de 1925 muestra que la naciente del río Santa Cruz, siempre estuvo en Argentina.

El Abra de Rejará, desde el 28 de noviembre de 2013, quedó por primera vez en la historia en tierras bolivianas, aunque siempre había pertenecido a Salta, según los documentos de la Dirección de Inmuebles y los más de 10 testimonios de los lugareños que pudo recoger este medio en sus tres visitas a la zona. Es justamente ahí donde nace el río Santa Cruz, que baja hacia el territorio argentino recorriendo todas las poblaciones del Valle del Silencio, antes de juntarse con el río Santa Victoria, desembocar en el río Candado y alimentar las aguas del Bermejo.

La antigua demarcación de la finca salteña Santa Victoria, con la finca tarijeña Rejará corría por el abra que lleva ese nombre. Pero hoy todo el cerro de Rejará quedó completamente en suelo boliviano y lo mismo la naciente del río Santa Cruz. Oficialmente se informó que el límite nunca se modifico desde 1925 a esta parte. “No es un problema limítrofe, sino de la demarcacíon de ese límite”, había explicado el experto en Derecho Internacional Público, Gustavo Barbarán.

El perito argentino durante la demarcación del tratado de 1925, Zacarías Sánchez, sostiene en su libro ‘La Cuestión de Límites con Bolivia‘, de 1928, que el río Santa Cruz, siempre estuvo en territorio argentino. El tratado de 1925 interpreta la convención entre los dos países de Mayo de 1889. Este convenio mencionaba al cerro Mecoya con el nombre de cerro Porongal. Hoy, del lado argentino, se lo menciona como el cerro Santa Cruz, pegado al abra del cerro Rejará, de donde nace el río Santa Cruz. El río Santa Cruz y el río Santa Victoria se juntan y son afluentes del río Condado, que aguas abajo forma el Bermejo. El perito argentino menciona el río Santa Cruz como afluente del río Condado y lo define como un ‘límite arcifinio perfectamente caracterizado. Tal vez por eso la naciente del río siempre había estado en manos argentinas hasta 28 de noviembre de 2013. “Los ríos Santa Cruz y Condado son bien conocidos desde su origen, hasta el derrame de sus aguas en el Bermejo”, agrega Zacarías Sánchez. En el plano Nº5 que expone como evidencia el perito argentino se expone claramente que el río Santa Cruz se encuentra plenamente en la Argentina. “Este mapa demuestra que el límite va por el río Santa Cruz y no por el Santa Victoria”, dice la nota del autor en el plano, Evangelista Subelza en el nuevo mojón instalado en noviembre.

Otro dato interesante que rescata Sánchez es que en la demarcación del límite que establece el tratado de 1925 se tuvieron en cuenta los límites naturales o arcifinios, como se menciona en el documento. Es decir que la línea recta que menciona el tratado, no tenía que ser geométricamente recta, sino respetar razonablemente la geografía del lugar, como había detallado el experto Gustavo Barbarán. ‘Aunque dicho río haya cambiado su primitiva denominación por la de Santa Cruz, Santa Victoria y Condado, del mismo modo que cerro Porongal por la de Mecoya, las denominaciones parciales con que se les conoce no alteran el límite arcifinio elegido allí para dividir las jurisdicciones‘, explica el perito.

Esto podría explicar, que al momento de demarcar el límite, los peritos habían reconocido el límite natural por donde nace el río Santa Cruz y que corre enteramente hacia el territorio argentino. La demarcación de la línea que llega al cerro Porongal o Mecoya generó controversia entre ambas cancillerías. Bolivia, inclusive, había anticipado una tesis para el caso de que la decisión quedara en manos de un tribunal internacional. Pero la Argentina rechazó la propuesta afirmando, que dentro del tratado, nunca estuvieron en discusión los límites del departamento salteño de Santa Victoria.

“La disidencia surgida en cuanto a la línea del Porongal (Mecoya/Santa Cruz)...tendía a cercenar una porción considerable del departamento de Santa Victoria, y por este solo hecho, el Gobierno argentino no podía admitir el sometimiento a juicio extraño de los derechos que ha mantenido siempre sobre lo que ha sido y es parte integrante de su soberanía y que ni en la época en que se discutió el convenio de límites, ni antes ni después, se ha mencionado el territorio de Santa Victoria como zona que pudiera ser materia del tratado”, decía el segundo memorándum entre las cancillerías que rescató el perito Sánchez.

El río Santa Cruz siempre estuvo en la Argentina, aunque Bolivia intentó sin éxito dejarlo dentro de su territorio, petición que fue rechazada por el Gobierno argentino. “Sería fácil desviar la línea llevándola por el río Santa Victoria dejando al Norte el Santa Cruz...pero este resultado...no se producirá desarrollando la línea por las verdaderas señales del tratado”, expuso la Cancillería argentina. La anécdota El columnista de El Tribuno, Armando Frezze destapó una anécdota. Lo interesante es que en 1931 forma parte el Capitán Perón de una “expedición reservada” que deberá recorrer toda la frontera norte para establecer “los visos de verdad de ciertas denuncias periodísticas que señalan extrañas incursiones dentro de la jurisdicción argentina” y de paso también para dilucidar cuestiones de competencia en las fronteras.

Esto es más interesante porque hoy lo que parece anecdótico retorna como una situación de actualidad. Perón estuvo en 1931 en Salta Capital porque enfermó. Luego regresó a retomar el mando de la expedición que comandaba, y que estuvo 58 días en esa misión tan secreta, que dice Pavón Pereyra se había suprimido toda información de prensa sobre la misma. Los datos La Unidad de Minería de Bolivia había encontrado en 2012, “en la región de Rejará, minerales radiactivos, como torio y uranio”.

René Ontiveros: “Todo esto no me convence. La gente nació en la Argentina y ejerce posesión hace casi 100 años”.

Fuente: El Tribuno

 
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