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Por Patricio Mendiondo
09/06/08

 

Argentina, tu pueblo tiene hambre  

Los sucesos protagonizados en Jujuy el viernes último dan cuenta de los altísimos niveles de pobreza. El conflicto con el campo, la inflación y la inacción gubernamental, son una mezcla fatal para las clases más bajas. En silencio, 100 argentinos mueren por día a causa de la pobreza...

En todo el mundo se comienzan a vivir momentos difíciles, pues muchos pronosticábamos hace varios años sobre el futuro de los alimentos, y el gran estallido social que se comenzaría a percibir de no darle una solución adecuada. En América Latina las protestas, sobre todo en América Central, son muy duras: hasta en algunos lugares como en Haití, comen tierra para sobrevivir.

En nuestro país aún no es tan notorio, pues los medios de comunicación y las falsas estadísticas del gobierno, provocan falta de interés y de conocimiento sobre la pobreza actual en la mayoría de la sociedad, que no vive de cerca el problema alimenticio.

Los sucesos de Jujuy

El viernes último centenares de jujeños tomaron la Municiplaidad de la Quiaca para exigir se les aumente la cuota de sus subsidios. El Padre Olmedo en declaraciones a Radio Frontera dijo: “Creo que esto es un crimen de lesa humanidad, a los pobres los están masacrando mientras los ricos se están llenando los bolsillos y el Estado está mirando a otro lado”.

“A ver donde está el ex presidente Kirchner y la presidente Fernández de Kirchner que opinen".

"La gente se muere de hambre", dijo el obispo Jesús Olmedo que junto a otros diez parroquianos representaron su crucifixión en La Quiaca representando la crisis que vive la zona.

"Los productores del campo y el gobierno están haciendo un circo. ¿Dónde van a parar los millones de las retenciones? a los pobres no van porque yo les aseguro que aquí la gente se está muriendo de hambre ".

Olmedo denunció que "se ha pedido por todos los medios que declaren a la zona de la puna en emergencia social y alimentaria, porque la gente no tiene ni para comprar pan, en vez de eso vemos que por la frontera están pasando toda la mercadería y el dinero se lo están embolsando el gobierno y los comerciantes".

"Hay 3 millones y medio de personas que se están muriendo de hambre. La plata de este país va para el tren bala, los subsidios de subtes y trenes, pero no a los pobres . Señora presidenta yo le pido, menos trajes, menos trapos y más preocuparse por lo que está pasando", concluyó el prelado.

Cifras que impactan

Según la Iglesia Católica, hay más de 7 millones de argentinos que viven totalmente en la pobreza, quienes no pueden sastisfacer sus necesidas básicas. De esa cifra, hay casi un millón que tiene 25 años o menos y no posee trabajo ni estudios primarios. Habiendo 4 millones que viven en extrema pobreza y en una situación delicada.

Según un informe de la Cepal y de Unicef alrededor de 52 millones de niños son pobres. En Argentina, Honduras, Nicaragua, Colombia, Panamá, Bolivia y Ecuador, uno de cuatro carece de una buena nutrición.

La situación es especialmente crítica en Argentina, Honduras, Nicaragua, Colombia, Panamá, Bolivia y Ecuador. En ellos, hasta uno de cada cuatro niños carece de alimentación adecuada. Por contraste, Costa Rica, Chile y Uruguay presentan estándares cercanos a países desarrollados, con menos de un diez por ciento de indigencia entre los menores de 18 años.

¿Y todavía nos comparamos con países europeos? Argentina está hoy en día en iguales condiciones que Honduras, Nicaragua, Panamá, Bolivia, Ecuador y Colombia, que sin desmerecer ni faltar el respeto al resto de las naciones, el territorio argentino es más grande que todos esos países juntos y capaz de saciar el hambre de América Latina toda. Si no es capaz de alimentar si quiera a sus propios habitantes, es gracias a los asesinos que están en el poder desde hace décadas. Tan solo recordemos que durante los diez años de gobierno de Menem, murieron más de 400.000 argentinos por carecer de las necesidades básicas que necesita un ser humano para vivir (alimentos, sanidad).

En Argentina se ha tenido la actitud de subvalorar la desnutrición por considerarla propia de los países pobres y considerando que el país siendo rico no podía padecerla; pero el gran aumento de la pobreza, de la desocupación y de la desigualdad social trajo una brutal puesta en escena que debutó con niños desnutridos de tercer grado, que fallecieron por la gravedad de sus alteraciones.

Estudios elaborados por distintas Organizaciones no Gubernamentales destacan que en la Argentina el 20 por ciento de los niños sufre de desnutrición. Estos alarmantes números surgen de las observaciones del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni), una organización no gubernamental consultora de la Organización Mundial de la Salud, que estima que la desnutrición afectaba a entre el 11 y el 17 por ciento de la población infantil durante el 2001, destacando como las regiones más afectadas el noroeste y el nordeste del país.

Para la o­nG Red Solidaria la desnutrición infantil alcanza un promedio de el 15.5% en todo el país, pero en el Gran Buenos Aires llega al 32% y en las provincia más pobres (del norte) puede llegar al 50%. Además, 4 millones de argentinos menores de 14 años son indigentes.

Según estudios de varias ONG, 100 niños menores de 5 años mueren diariamente por causa de la pobreza en nuestro país.

¿Acaso esto no es delito de lesa humanidad? ¿Qué espera el gobierno para actuar y el pueblo para velar por los intereses de sus hermanos argentinos que mueren de hambre?

Sin ir muy lejos, como Jujuy, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Tucumán... aquí cerquita de Buenos Aires, en Quilmes la gente muere de hambre. Hay presentadas más de 300 acciones de Amparo por desnutrición.

Es hora de dejar de lado el egoismo, y mirar a nuestros hermanos que están muriendo. No hace falta con ver u oir, el sufrimiento tan solo por imaginarse, el "tener hambre", es terrible. Y todos los días, se nos van decenas de argentinos por esta causa. Ya se nos han ido más de medio millón desde la década del 90 hasta hoy. Cada uno, con un futuro, con un sueño, una ilusión, que se la han robado los funcionarios que estuvieron y están en el poder. Todos ellos asesinos, pero peor aún, con muchos cómplices, los ciudadanos del pueblo argentino, que han mirado para sí mismos, sin pensar en su hermano necesitado.

Que estas cifras de espanto, sirvan no para aterrorizarse, para luego seguir nuestras vidas de forma normal. No para maldecir a las autoridades que tenemos.

Que esto sirva para comenzar a actuar, desde ir y comprar aunque sea un paquete de arroz para donar a quien lo necesite, hasta la petición a las autoridades para que tome las medidas necesarias.

 

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