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15/12/2010

 

Operación 90°: 10 de diciembre de 1965  

Nos queda en la memoria, para aquellos que a lo largo de nuestras vidas, en algún momento se nos ha dado la posibilidad de incursionar en terrenos no apto para cualquier mortal. “La Antártida”

Desde aquel 10 de diciembre de 1965, cuando una patrulla argentina formada por diez hombres y habiendo recorrido miles de kilómetros, llega por primera vez al centro mismo y corazón; el grado 90° del Blanco Continente. Han pasado ya 45 años desde aquella epopeya, marcando un camino imborrable para los que siguieron las mismas huellas. Unos pocos han posibilitado alguna llegada más y otros, la mayoría, nos hemos diseminados como semillas al viento, haciendo prosperar y enraizar el deseo de Soberanía Nacional.

“Sherpas”, “Pingüinos”, “Viejos lobos de mar”, “Polares”; antárticos todos, con nombres y apellidos formamos la gran familia antártica.

Hombres, mujeres y niños, han brotado como flor y fruto desde aquellas primeras experiencias germinado y extendiendo sus ramas hasta el helado confín de la Patria.

Imbuidos con ese pensamiento de aventureros, el deseo de descubrir lo descubierto y lo oculto también; hemos transitado a lo largo y ancho ese querido, helado y bello Sector.

Sus Bases, sus Refugios, sus montañas, grietas, sastrugi y glaciares, mares y tranquilos canales; témpanos azulados. Su geografía y toponimia. Sus amaneceres y delicados atardeceres. Sus islas e islotes, sus bahías, caletas y ensenadas. Su cielo profundo, tachonado de millares de estrellas. Sus borrascas y vientos caóticos, catabaticos.

Su blanco manto, queriendo preservar el tesoro que contiene la entraña de su tierra.

Alocadas gaviotas buscando atropelladas el sustento diario. Skuas inquietas, cormoranes, dameros, gaviotines y petreles. Lobos, focas y pingüinos.

Avistares de ballenas. Líquenes multicolores y mullidos musgos.

Perros Siberianos y trineos; motos, snow-cats, el twin otter, helicópteros, el Hércules, (la Chancha).

Rompehielos Gral. San Martín (Sapo) y Atte. Irízar. Transportes polares Bahía Aguirre (Negro), Bahía Paraíso…Avisos y demás.

La radio, único brazo alargado hacia la civilización del continente que habíamos dejado.

Las Patrullas, una de las actividades más gratificantes para el antártico de ley.

La invernada y los grupos de trabajo. La meteorología.

La convivencia, palabra difícil de cumplir y tan necesaria para la preservación de los derechos idiosincráticos y el diario vivir.

Cuántos recuerdos en pocas líneas; en un jirón y destello inusitado, en un abrir y cerrar de ojos.

Cuántos pensamientos atropellándose y encerrados en la caja craneal, haciendo contacto de neurona a neurona.

La alegría y la emoción de ver, transitar y vivir más que un bello paisaje.

Quién no soltó un lagrimón, al cantar el Himno Nacional Argentino, mientras ondeaba el Pabellón Celeste y Blanco.

La palabra de vida, el rezo y la mirada al cielo en busca de Dios.

Es tan difícil, olvidar las huellas de ese pasado, es tan difícil retener el presente.

Cuando la mente humana hecha a volar desgarrando la trama del tiempo, aparecen como frutos caídos del árbol biológico, los recuerdos imborrables de lo impregnado por ese delicado perfume, lo atrapado por el sentido de la vista y lo escuchado en ese silencio espacial.

“Operación 90°” El recuerdo de ese día, marcó para siempre y dejó huellas latentes en todo mí ser.

Un gran abrazo para todos los que alguna vez cruzamos el Drake.

Luís Antonio Salas Paredes

Suboficial Mayor ( R ) VGM-EDB

Más información sobre la Operación 90°:

Coronel Jorge Leal, expedicionario al Polo

http://www.marambio.aq/leal/index.html

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