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Sin el Irízar y con menos presupuesto, el abastecimiento y el recambio del personal de las bases antárticas, este año serán tareas complejas. Además, no se abrirá ninguna base temporal.

Sin el Irízar y con menos presupuesto, el abastecimiento y el recambio del personal de las bases antárticas de este año serán tareas complejas. Además, no se abrirá ninguna base temporal.

Desde el incendio del rompehielos Almirante Irízar en 2007, las campañas antárticas de verano sufren la ausencia del buque, que fuera la columna vertebral de la actividad antártica argentina.

El abastecimiento de las bases y el recambio de personal se realizarán este año por medio de varios buques y aeronaves, algunos propios, y otros arrendados a empresas logísticas extranjeras.

Al igual que en años anteriores, el Ministerio de Defensa recurrió al alquiler del buque polar ruso Vasily Golovnin y de dos aviones de carga. Junto a éstos participarán de la campaña el Transporte Canal de Beagle y el Aviso Suboficial Castillo, ambos de la Armada Argentina, aunque ninguno de ellos apto para la navegación entre hielos.

El Golovnin es un buque polar ruso perteneciente a la empresa de logística rusa FESCO, y que ya prestó servicios para la Argentina en años anteriores. Fue alquilado junto con un helicóptero Kamov 32.

La Argentina debió desembolsar más de 30 millones de pesos para hacer frente a la ausencia del Irízar. Desde el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas informaron que el alquiler del avión Ilyushin IL76 a la empresa ALE tuvo un costo superior a los 3 millones de pesos y el del buque polar Vasily Golovnin otros 30.480.000 pesos.

Por cuestiones presupuestarias, este año el trayecto del buque ruso será más corto. No recorrerá las bases de verano ni se adentrará hacia el sur hasta la Base Belgrano II. Las bases temporarias fueron abastecidas con los insumos necesarios para dos campañas completas el verano pasado y en Belgrano II sólo se reforzaron algunos insumos por avión.

Sin bases de verano
Desde la Dirección Nacional del Antártico (DNA) confirmaron que este año no se abrirá ninguna base de verano. No habrá actividades científicas ni tareas de mantenimiento en ninguna de ellas, por lo que la presencia argentina en el continente se verá reducida.

A pesar de ello, aseguraron que se mantendrá la continuidad de las tareas científicas iniciadas durante campañas anteriores y que las investigaciones que habitualmente se conducen en estas estaciones serán llevadas adelante por los investigadores de las bases permanentes.

El cierre de las bases temporarias implica no sólo una disminución de la actividad científica argentina, sino además la suspensión de los proyectos que se desarrollan en cooperación con otras naciones.

Uno de los principales objetivos de este verano es la apertura del nuevo centro de apoyo logístico para la ciencia en la isla Marambio, que entrará en funciones durante la campaña y dependerá de la DNA. En sus alrededores se realizarán, entre otras actividades, investigaciones sobre la aplicación del hidrato de metano como fuente de energía.

Al margen de las actividades científicas de cada base, por el momento sólo están previstas tareas en el refugio Elefante, a pocos kilómetros de la base Jubany, y campamentos en distintos puntos de las islas Cerro Nevado, Marambio, Vega y Ross.

27/01/10
Revista ANTARTIDA URBANA

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