Hace
10 años comencé a transitar un largo camino para conocer,
el rostro, la vida, la lucha, la historia que había detrás
de cada soldado, de cada suboficial y oficial que participaron el 2
de abril de 1982, en la recuperación de nuestras islas Malvinas.
En diciembre de 2007 después de tres intensivos y apasionados
años de estudio, obtuve el título de Técnico Superior
en Periodismo, en la facultad TEA (periodismo x periodistas) y por mi
homenaje a todos los veteranos ese año, el rector de la institución,
Fernando González, eligió a este blog,como el mejor trabajo
en periodismo digital de mi clase.
Desde ese momento, “continué en gastar la suela de mis
zapatos en el sentido común y en el respeto por la verdad”.
Recorrí miles de kilómetros-Misiones, Corrientes, Córdoba,
Entre Ríos, Santa Fe, Chubut,en otros lugares del país.
Vi, en los cuerpos de los veteranos las huellas de las esquirlas de
bombas, vi el dolor grabado en sus ojos, porque después de 27
años los gobiernos de turno no consideran la gesta de Malvinas
como una cuestión de Estado. Vi, la falta de una atención
médica adecuada que los ayude en sus problemas psicológicos,
y en otras aéreas de salud. vi que no está frenando los
suicidios, incluidoslos de sus hijos y esposas. Tienen buenos sueldos,
pero los vi acampando durante tres meses, en la Plaza de Mayo en el
2004, para lograr esa remuneración.Compartí, mates, tortas
fritas, cumpleaños, y el dolor por el suicidio de un compañero,
pero siempre me dicen que están orgullosos de haber ido a combatir
por las islas Malvinas.
El 28 de enero de 2008 arribé al Tribunal de Corrientes, Capital,
donde se juzgaba a los coroneles Horacio Losito –Compañía
de Comandos 602- y Julio Rafael Barreiro-Regimiento 8-, que combatieron
heroicamente en la Islas, quienes estaban acusados de la desaparición
de los militantes, Juan Vargas y Ramón Artieda en el Regimiento
9, en la época de la dictadura. Fui la única periodista
ajena a esa provincia, que presenció durante una semana ese juicio,
que se prohibió televisar. El juez Víctor Alonso a través
del Servicio Penitenciario Federal, no me permitió entrar con
grabador y cámara fotográfica, sólo pude ingresar
con un cuaderno, una lapicera y el personal femenino de esa Institución
me palpó de armas. Cumplí con todos esos requisitos.
A un año de ese juicio, me negaron a través de una conversación
telefónica y escrita con la señorita Micaela Dragnef,
el subalcalde Diego A. Morel, de división y prensa y el jefe
de prensa, doctor Alejandro Yapur, el ingreso al penal de Campo de Mayo
para entrevistar a esos veteranos, por trabajos que estoy preparando
junto al presidente del Centro de Veteranos de Ava Naró, Pablo
Córdoba, con motivo del Proyecto Bicentenario, que se lanzó
el 2 de junio en esa localidad, que contó con el apoyo de la
Central de Trabajadores (CGT), el Sindicato de Marítimos (SOMU),
la Comisión de Familiares de Malvinas, entre otros.
El juez Víctor Alonso, quien los sentenció en esa causa,
no contestó el fax , que le mandé el 29 de julio¿por
qué?, quisiera saberlo. Los argumentos planteados por ese Servicio
no tendrían sustento,porque permitieron ingresar a periodistas
con cámaras de televisión para entrevistar a Chabán,
en el penal de Marcos Paz, y Losito,y Barreiro fueron expuestos en medios
televisivos, gráficos y por internet o sea el decreto 1136/97,
que usaron para impedir mi entrada, no es aplicable.
Por otro lado, el veterano Córdoba envío un mail para
obtener una entrevista y ni siquiera le contestaron. Por todo lo expuesto,
esto es un ataque a la Libertad de Expresión." En un sentido
amplio, se refiere a cualquier obstáculo al libre debate e intercambio
de informaciones y opiniones que limita la libertad de expresión
y el efectivo desarrollo del proceso democrático. En su forma
concreta, un ataque a la libertad de expresión se entiende como
alguna forma de agresión cometida premeditadamente y sin justificación
legal contra un trabajador de prensa, un medio de comunicación
o un producto del mismo.Tendrá mayor relevancia si el ataque
lo produce una persona o entidad relacionada con el poder (político,
económico o mediático".
Esto no es solo, un ataque hacia mi persona sino es un desprecio hacia
los soldados que están enterrados en las Islas, hacia los que
se suicidaron y hacia aquellos que regresaron con las heridas en el
cuerpo y en el alma.
Marisa Bisceglia
Periodista |