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Fuente: LaCapitalOnLine 11/12/06

 

Se quitaron la vida tres hijos de veteranos de Malvinas suicidados  

La muerte llama dos veces. Son casos ocurridos en Buenos Aires. Existieron intentos en otros lugares

Los suicidios de tres adolescentes hijos de ex combatientes de Malvinas que a su vez se habían quitado la vida reprodujeron el drama vivido por las familias de los veteranos de guerra, a casi 25 años del conflicto con Gran Bretaña.

La psicóloga Cristina Solano precisó sobre los tres casos ocurridos en Buenos Aires, aunque también hubo varios intentos en otros lugares, que se asiste a un nuevo fenómeno.

"Es un tema que debemos tratar con sumo cuidado porque los chicos se van copiando y porque el suicidio en la adolescencia es una variable muy presente. Y si se suman las variables psicosociales por las que pasan sus vidas, el suicidio deja de ser una utopía para ser algo muy real. Y otra de forma de suicidio es drogarse como se drogan", sostuvo la psicoterapeuta.

En términos similares abordó el tema Rubén Rada, presidente del Centro de ex combatientes de Malvinas en Rosario: "Estamos muy preocupados porque se mataron algunos hijos de compañeros que también se habían suicidado. Y hubo varios casos de chicos que trataron de matarse".

Solano es una psicóloga rosarina que trabajó en un relevamiento sobre la salud y la contención de los ex combatientes, en un programa implementado por el Pami entre 1996 y 1998, donde asistió a varios centros de ex combatientes. Y ahora trabaja en un nuevo plan en Santa Fe desde la obra social de los jubilados y pensionados.

En uno de los casos, un hijo adolescente de un ex combatiente suicidado también quiso quitarse la vida luego de escribir una carta a su padre en la que le decía "te quiero, te extraño y quiero estar con vos".


La guerra continúa
Más de 350 ex combatientes argentinos de Malvinas se suicidaron. Durante la guerra murieron 326, a los que se sumaron los 323 que fallecieron en el hundimiento del crucero General Belgrano. También del lado inglés 250 veteranos se mataron, casi la misma cantidad que las bajas británicas en la contienda. "Creo que es un fenómeno universal y que la única diferencia es que los ingleses muestran las estadísticas. ¿Qué pasó con los veteranos de Vietnam? Se suicidaron o están locos. ¿Y con los del Golfo Pérsico en 1991?", se pregunta Solano.

Al respecto, la psicóloga advierte la lógica económica del sistema que sostiene y reproduce la guerra: "Creo que nos sorprende el número de militares ingleses que se suicidaron, pero en realidad la única diferencia con respecto a nuestro país es que ellos se tomaron el trabajo de contarlos, cosa que todavía no hemos hecho en la Argentina. ¿Quién va a ponerse a contar los muertos en un país del tercer mundo? Es otra de las atrocidades de la guerra. En Estados Unidos desarrollan métodos para reemplazarles rodillas y caderas a los soldados para mandarlos de nuevo a la guerra. Los arreglan y los mandan otra vez al frente como si fueran robots".

"En nuestro país tenemos cerca de 400 casos de suicidios de ex combatientes de Malvinas, aunque no hay cifras oficiales porque no hubo una investigación. Los centros de ex combatientes tienen cifras según las cuales el promedio de suicidios en la Argentina es de 15 casos anuales, una medida que está entre las más altas del mundo. A esto lo sabemos porque es la guerra que nos toca. La guerra como hecho en sí es siniestra y la gente que soporta esto sufre sus huellas", asegura Solano.


El combate de la vida

El caso de un veterano de guerra de Malvinas rosarino que se suicidó arrojándose al vacío desde la terraza del Monumento Nacional a la Bandera se erigió en un ícono de la tragedia que viven muchos ex combatientes y sus familias.

El sábado pasado a las 23 se suicidó en su casa de Quilmes Julio César Aráoz, un veterano de Malvinas que era suboficial retirado de la Armada, quien se pegó un tiro en la cabeza con un calibre 38.

El caso de Aráoz refleja la realidad social, psicológica, económica y familiar que describe Solano. El suboficial fue maquinista en una corbeta nueva de la Armada durante la guerra y trabajó después como calderista de edificios de departamentos. "Cuando los consorcios automatizaron las calderas, no tuvo más trabajo", confió su amigo y ex camarada de armas y compañero de un centro de veteranos de Malvinas, Antonio Agnoli.

Aráoz trabajó después como carpintero y, últimamente, como encargado de portería en varias escuelas bonaerenses. "Fue un schock, tristísimo. Estábamos organizando el recordatorio de los 25 años de la guerra. Tenemos una invitación de ex combatientes ingleses para viajar a Inglaterra. Su decisión me tomó por sorpresa. Nunca había demostrado estar tan angustiado como para matarse", confió Agnoli.

 

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