El Reino Unido presentará formalmente este miércoles ante las Naciones Unidas un reclamo territorial en torno a la isla Ascensión, en el sur del océano Atlántico. Luego será el turno de Malvinas...

Aunque los estados tienen el derechos sobre los recursos existentes hasta 200 millas náuticas de la costa de sus territorios, el Reino Unido pretende extender este margen alegando que la auténtica masa de tierra de la isla tiene una extensión mayor si se tiene en cuenta la parte sumergida bajo el agua.

La isla Ascensión forma parte del territorio de ultramar británico de Santa Helena, a 2.800 Km. de distancia de Angola en África.

El Reino Unido presentará su petición en la comisión sobre los límites de la plataforma continental de la ONU en Nueva York.

Complejo proceso

La batalla por el control de los fondos oceánicos se intensificó porque las nuevas tecnologías y el deshielo han hecho que las reservas de petróleo y gas en esas y otras áreas sean mucho más accesibles.

Según informó Laura Trevelyan, corresponsal de la BBC en la ONU, en los últimos años los países se han apresurado a reclamar su soberanía sobre el océano Ártico y el Atlántico, reservándose además el derecho a reclamar áreas de la Antártica en caso de que se retire la prohibición de perforar establecida por la ONU en 1991.

Expertos afirman que menos de la mitad de las fronteras marítimas han sido establecidas, y existe un gran potencial de conflicto en zonas reclamadas por más de un país.

Comprobar la legitimidad de estos reclamos supone un costoso, complejo y largo estudio de los fondos marinos.

Es preciso verificar la extensión real de la masa del territorio -o la plataforma continental- para determinar las 200 millas náuticas desde su límite.

Reclamos
En 2006, el Reino Unido remitió un reclamo conjunto con Francia, España y la República de Irlanda sobre la plataforma continental de la Bahía de Vizcaya, en el mar Cantábrico.

En mayo de este año, Londres también inició su puja individual por la isla Ascensión.

Como no hay otros estados involucrados, la aprobación del reclamo británico se basa únicamente en establecer su valor científico.

Pero Reino Unido también está considerando hacer lo mismo alrededor de las Islas Malvinas.

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