Fue cuando cenaban en el estadio cerrado. Atacaron incluso donde dormía un militar. Robaron plata y otros valores.
"¿Qué hubiera pasado si me despertaba, tenía el arma a mano y veía a alguien ahi. O si me llevaban el arma?... hasta acá llegaba mi carrera", imaginó, molesto, el sargento ayudante Simón Báez, con los zapatos de su uniforme porque le habían robado las zapatillas. A su lado, Paulina Cardozo lamentaba profundamente haber perdido la máquina con las fotos de Malvina, una beba que conoció en Mendoza. Los lamentos y las quejas se multiplicaban ayer, porque Simón y Paulina fueron dos de las siete víctimas de un robo perpetrado en sus dormitorios en el estadio cerrado del Parque de Mayo, ayer en la madrugada.

Les llevaron unos 1.500 pesos, tres celulares, dos cámaras de fotos digitales, zapatillas, zapatos, ropa, recuerdos, según explicó Héctor Cisneros, presidente de esa agrupación de 15 familiares de caídos en Malvinas, que habían llegado el martes a San Juan con la imagen de la virgen de Luján, la misma que llevarán al cementerio Darwin en homeneja y memoria de las víctimas de la guerra ocurrida en 1982.

Todo pasó en la primera hora de ayer, cuando cenaban en el primer piso del estadio. Abajo, los dormitorios estaban con llave pero los delincuentes se las ingeniaron para entrar por arriba de las paredes que no llegan al techo, y les revolvieron todo, incluso en el dormitorio donde dormía el sargento Báez.

"Realmente es un disgusto porque nosotros queremos a la gente de acá, pero están estos inadaptados..... y no quiero pensar que tengan algún acuero con los guardias, porque había guardias", dijo Cisneros.

Cuando descubrieron el robo pensaron en un contigente que andaba en otro micro, los hicieron volver, los revisaron y no hallaron nada. Ayer se quejaron del trato que les dieron en la comisaría donde denunciaron el hecho en Desamparados.

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