Fuente: Nuestro Mar
31/12/07

 

Una pareja zarpó rumbo a las Malvinas en un velero  

Carlos Giovannacci, de 52 años, y Vicky Del Vaccio, de 50, una pareja porteña que navega desde hace 30 años, zarparon desde el Club Náutico Las Barrancas, en San Isidro, a bordo del velero Galileo, para desandar los 3200 kilómetros, o 1700 millas náuticas, que separan Buenos Aires de las islas Malvinas.

Para aprovechar la marea alta y obtener así un mayor calado (profundidad de la parte sumergida del barco), el velero zarpó de madrugada, anteayer, y fondeó a unas pocas millas de la costa, hasta el amanecer. Del Vaccio y Giovannacci esperaron a bordo, hasta las 10, cuando una lancha los recogió para regresarlos al club náutico. Allí los esperaban familiares y amigos para despedirlos.

Según los cálculos, llegarían a destino en diez días. "Sabemos que tenemos por delante un trayecto difícil. En los mares del Sur hay vientos muy fuertes y se generan olas grandes, pero vamos a llegar", confió Carlos. Ya en el Galileo, a las 10.50, Vicky comenzó a levar anclas con sus manos, cargándose todo el lastre del ancla sobre sus brazos y piernas.

Sin trasfondo político

Ellos aseguran que el viaje es una aventura y que no tiene ningún trasfondo político. "Tenemos mucha expectativa por el recibimiento. Ya hablamos con un inglés que nos va a dejar fondear en el puerto, al lado de su velero. Queremos conocer a los kelpers, saber cómo piensan, cómo viven, y visitar el cementerio argentino", afirmó Giovannacci.

"Con tener el pasaporte en regla, uno ya tiene el derecho de desembarcar", explicó. "Llevamos todo tipo de provisiones: fideos, frascos con conservas caseras, bebidas, salames, chorizos, harina para hacer el pan y muchos alimentos enlatados. En las islas es todo muy caro: cada libra vale 6,60 pesos, así que la idea es pescar y cocinar todo en el barco", agregó Del Vaccio.

Su barco es un velero oceánico de 12 metros de eslora (longitud) que cuenta con diversas medidas de seguridad: timón con dirección automática, GPS, una valija satelital para pedir ayuda en caso de una urgencia y un bote salvavidas. Además, el velero cuenta con energía eólica y solar.

"Al ser sólo dos los tripulantes, nos vamos a tener que turnar y hacer guardias de tres horas cada uno en el timón, por lo que vamos a dormir bastante mal", cuentan.

Si el Galileo llegara a las islas, sería el segundo velero argentino en lograrlo desde el conflicto de 1982.

Del Vaccio, que, según dijo, sería la primera mujer en llegar a las Malvinas a bordo de un velero, destacó para sí el lanzarse a una aventura después de los 50 años. Y Giovannacci, que es violonchelista del Teatro Colón, siente que se cumplió uno de sus grandes sueños.

Por Franco Ruiz
Foto: Grupo 44

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