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28/04/2009

 

Los conflictos bélicos que la historia oficial no registra  

Por Carlos Andrés Ortiz.

La “historia oficial” que usualmente se enseña en Argentina está llena de tergiversaciones, falsedades y omisiones. Es la historia acuñada desde Mitre en adelante, que formó la “línea academicista”, al estar sostenida y respaldada políticamente desde la Academia Nacional de La Historia (ANH). Es la “historia políticamente correcta” falsificada a la medida de los intereses y las necesidades de los sectores unitarios – ultra conservadores en los político y ultra liberales en lo económico, que gobernaron a nuestro país en la mayor parte de nuestra existencia, y que han sido “discípulos aventajados” (o dóciles peones) de los intereses del Imperio Británico, y luego “defensores del mundo ‘libre’, ‘occidental’ y ‘cristiano’ “, aún a costa de los reales Intereses Nacionales; en un mundo que no ha sido ni libre, ni occidental ni cristiano, precisamente. ¡Cosas de la colonización cultural, pues de eso se trata la tergiversación y manipulación de la historia!

El solo nombre -bastante pomposo- de la institución (ANH) puede amedrentar a los no avisados, dando la imagen de seriedad y sólido academicismo, méritos ambos al menos muy discutibles desde larga data. Ya Jauretche había advertido –en su momento con nombres y apellidos- acerca de las maniobras de “prestigios prestados” de los que se nutría la ANH, incorporando personas con prestigio a veces bien ganado pero muchas otras prefabricado, pero de otras áreas de la cultura y de las ciencias, y que de Historia no acreditaban títulos ni saberes; pues con el “prestigio público” alcanzaba para darle más “lustre” y realce a la ANH. A su vez, la pertenencia a tan “prestigiosa” institución semioficial, la otorgaba su cuota adicional de prestigio a los convocados. Lo que se dice, una transferencia mutua de prestigios…prefabricados y huecos; sin perjuicio que alguno que otro “academicista” haya tenido reales logros y auténticos lauros.

El academicismo histórico siguió a pies juntillas los postulados y la orientación histórica establecida por Bartolomé Mitre, quien fue el mentor de esa historia acartonada, con supuestos héroes impolutos, que parecería que “ni se despeinaban” y que siempre estaban “posando en el bronce”; y por otro lado algunos pocos supuestos “réprobos infames” –cargando sobre todo las tintas sobre Don Juan Manuel de Rosas-, y sobre todo con grandes omisiones sepultadas por muros de silencio, para ocultar lo mucho de impresentable de la mayoría de los supuestos próceres, de los cuales ninguno más infame en esos años que el falaz (hasta en eso macaneaba Mitre) Primer Presidente Argentino, el rechoncho Bernardino González Rivadavia.

Adviértase que el título de Primer Presidente le corresponde a Cornelio Saavedra, que lo fue del Primer Gobierno Patrio; como sea con más merecimientos que el cargo a dedo que los unitarios portuarios le dieron años después al agente británico Rivadavia.

¡Pero como iba Mitre a dar ese honor histórico a Saavedra, quien además de auténtico patriota…había nacido en el Alto Perú (actual Bolivia), ese gran pedazo del suelo de las Provincias Unidas, cuya secesión fue grotescamente instigada y azuzada por escrito por Rivadavia!

El historiador revisionista Julio Irazusta menciona a Adolfo Saldías, a quien Mitre le encomendó redactar una amplia crónica histórica antirrosista, para lo cual ese vasco acriollado incluso entrevistó a la hija de Rosas, quien le suministró amplias bases documentales. Es de destacar la notable honestidad intelectual de Saldías, quien no alteró la verdad histórica que surgió de las bases documentales, pues su obra fue objetivamente favorable al Restaurador De Las Leyes; con lo que contradijo las “instrucciones” de Don Bartolo.

Numerosos historiadores también precisan la orientación panfletaria sin ningún apego a la realidad, del “Facundo” escrito por Sarmiento. El mismo sanjuanino reconoció que “Facundo” fue escrito a pura imaginación, para ser usado como instrumento político contra Rosas…¡y en las escuelas suele presentárselo como “testimonio histórico”!.

Toda la historia argentina narrada por la línea académico (de la ANH) – mitrista, abunda en falsedades, en verdades a medias y en gruesas omisiones, las que tapan con ominosos silencios las traiciones o actos culposos graves de supuestos “patriotas” (como Rivadavia, y el mismísimo Mitre, entre otros); como también esconden tras ese muro de silencio acciones claramente patrióticas como los combates contra las flotas agresoras en épocas de Rosas –que incluso movieron a San Martín a donar su sable corvo a Don Juan Manuel y ponerse a sus órdenes al servicio de La Patria-; y hacen “desaparecer” de la Historia a numerosos hechos muy importantes, pero que son “políticamente incorrectos” a los oscuros fines de los poderes antinacionales que digitan esa historia escrita a cuento.

Veamos una breve reseña de las guerras, enfrentamientos e intervenciones político – militares extranjeras que soportó Argentina en los siglos XIX y XX, incluso cuando la libertad y la independencia estaban en ciernes.

* 1806 – Primera invasión británica.
* 1807 – Segunda invasión británica.
* 1833 – Invasión británica a las Islas Malvinas. Usurpación permanente desde entonces.
* 1838 – 1840 - Bloqueo naval francés, con apoyo logístico e instigación británica. Apoyos de esas potencias europeas a los unitarios, configurando intromisión en asuntos internos de Las Provincias Unidas, devenidas ya en República Argentina.
* 1845 – 1849 – Bloqueo naval franco británico, con numerosos combates ante intentos de invasiones fluviales y terrestres, repelidos todos con gran fiereza y patriotismo por nuestros compatriotas.

- Se destacan en este período las batallas de La Vuelta de Obligado (20/11/1/45); Paso de Tonelero –cerca de Ramallo- (09/01/1846); San Lorenzo-, donde se repelió un desembarco que constituyó la Segunda (y olvidada) Batalla de San Lorenzo (16/01/1846); Quebracho (04/06/1846) –cerca de San Lorenzo-.

* 1851 - Segunda Batalla de Tonelero (17/12/1851), contra naves brasileñas, que preparaban la Batalla de Caseros.
* 1852 – Caseros, batalla librada el 3 de febrero, presentada como una revolución federal, pero que en verdad constituyó una guerra en la que participaron tropas del Imperio del Brasil y de los “colorados” secesionistas uruguayos, con fuerte apoyo logístico de naves y equipamientos franceses e ingleses, en connivencia con los unitarios residentes en La Banda Oriental (actual Uruguay), y la gran traición de Urquiza, que por ambición personal aceptó aliarse a enemigos históricos, convalidando la pérdida definitiva de la Banda Oriental, que sectores patrióticos orientales habían reunificado ya de hecho a las Provincias Unidas, núcleo del cual históricamente forma parte; perdiéndose además definitivamente Las Misiones Orientales, también históricamente nuestras, que estaban en clara discusión en ese momento histórico, y también con concretas posibilidades de reintegrarse efectivamente a nuestro suelo patrio. En ese día, por orden de Urquiza, se consumó el asesinato político del Coronel Martiniano Chilavert, patriota unitario, que debiendo elegir entre una facción y La Patria, no dudó y puso su espada al servicio de la Causa Nacional, derrotada en Caseros. La descripta fue la mayor pero no la única traición cometida por Urquiza, pues sus insólitas deserciones después de la batalla de Cepeda y durante la batalla de Pavón –que iban ganando sus fuerzas-, permitieron reorganizarse y a la postre triunfar a los portuarios unitarios mitristas. Y después ordenó a sus tropas marchar a luchar contra un antiguo aliado como lo fue Paraguay, lo que lo malquistó con sus tropas y su pueblo.

* 1865 -1870 – Guerra de la Triple Alianza. También llamada por el revisionismo histórico “Guerra de la Triple Infamia”. Tuvo características de una guerra de exterminio, y fue muy impopular entre la población de Argentina. Para Argentina fue una absurda guerra contra un aliado histórico, haciendo alianza con enemigos históricos (el Imperio del Brasil y Gran Bretaña). Brasil había iniciado las hostilidades un año antes, y prosiguió la ocupación y los desmanes muchos meses después de terminada la guerra.

· 1955 – La Royal Navy abasteció combustibles y municiones en alta mar a la flota sublevada al mando de Isaac Rojas. ¡Clara intromisión británica en esa sublevación! ¡Por algo se afirma que el propio Churchill celebró el derrocamiento de Perón, y la posterior “apertura de los mercados, impuesta por ‘la libertadora’ ”!

* Década del ’70 – Existen testimonios de la existencia de instigación y financiación de origen anglosajón, a los movimientos guerrilleros; y muy claramente la inspiración de la nefasta Doctrina de la Seguridad Nacional en las FFAA argentinas. En ese marco, sin oposición posible, se instauró el genocida modelo socio económico neoliberal, cuyas consecuencias aún hoy padecemos.
* 1982 – Guerra Del Atlántico Sur. La “desmalvinización” y tergiversación de los objetivos y realidades de esa guerra comenzaron durante los enfrentamientos armados. Hasta el bajísimo número de bajas aceptado por los británicos es evidentemente otra de las mentiras funcionales a los intereses antinacionales, pues no pueden reconocer los altos costos en vidas y equipos que soportaron, infligidos por una país que se empeñan en tratar como una colonieja barata (y para lo cual trabajan sucia y encubiertamente sus agentes residentes en nuestro suelo). Los británicos no computan las bajas de los mercenarios empleados (los gurjas y otros), e incluso esconden bajas propias (“british”), El total real de bajas del Imperio debe estimarse entre 6 a 7 veces las 255 declaradas. ¡Y de nuestra parte, quien responde por el medio millar de suicidios, por abandonar a su suerte a los ex combatientes! ¡Pero de esas cosas no se habla!

¡Cuantos ocultamientos y mentiras históricas del historicismo “políticamente correcto”! Todo ello como parte importante de la colonización cultural que padecemos, y de la cual debemos librarnos para construir la Gran Nación que podemos y debemos ser!

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

Ex Docente – Investigador = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM

Especialista en Gestión de Producción y Ambiente

Tesista en proceso - Maestría en Gestión de la Energía

Docente de la Diplomatura en Geopolítica

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