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14/10/2009

 

Hidrocarburos: Situación actual y proyecciones  
LA SUSTITUCIÓN DE COMBUSTIBLES FÓSILES DEBE SER POLÍTICA DE ESTADO

SITUACIÓN ACTUAL Y PROYECCIONES A MEDIANO Y LARGO PLAZO

Por Carlos Andrés Ortiz *

Cabe reiterar la muy peligrosa profundidad de la crisis energética global (electricidad, combustibles y derivados) en la que está inmerso nuestro país, y la grave situación de debilidad estratégica en que se encuentra, a consecuencia de esa crisis y del marco estructural que la define.

Debe entenderse y afirmarse enfáticamente que toda la actividad energética es de altísima prioridad estratégica, y así es en todo el mundo; pese a los engaños del neoliberalismo que la consideró una “simple productora de bienes transables”, rematando la falsedad con el otro perverso paradigma o idea dogmática, según la cual “el mercado todo lo soluciona”.

En función de ello, el acelerado agotamiento de las reservas comprobadas de petróleo y gas, sumado a las escasas magnitudes del único yacimiento carbonífero que habría sido descubierto hasta ahora (Río Turbio), nos pone en una situación de notable fragilidad estratégica y debilidad económica; situación que es imperativo revertir.

El desmesurado acento conferido al gas natural como base de nuestra matriz de consumo energético fue montado en base a la falsa afirmación que “Argentina es un país gasífero”, siendo que apenas, a partir del descubrimiento del único mega yacimiento (Loma De La Lata, Neuquén) pasó del rol de modesto productor e importador crónico, a ser técnicamente “un país con gas”, o sea con moderadas reservas para abastecer el mercado interno. Ese falaz calificativo de “país gasífero” sirvió de pantalla para que en el marco de las mal llamadas “privatizaciones” (en rigor burdas extranjerizaciones muy lesivas para los Intereses Nacionales), las empresas que fogonearon el perverso esquema político – económico neoliberal, se dedicaran a saquear impune y alevosamente nuestras reservas, urgidas por “hacer caja” con las reservas de petróleo y gas, que tan trabajosa y costosamente había logrado acumular Yacimientos Petrolíferos Fiscales.

Es necesario recordar que ese antinacional esquema fue montado a partir de la dupla Videla – Martínez De Hoz, sin interrupción desde 1976 hasta la crisis terminal de 2001; llegando a su clímax de corruptela y desvergüenza bajo las duplas Menem – Cavallo y De La Rúa – Cavallo.

Las medidas más lesivas y negativas para los Intereses Nacionales, se consumaron con la cobertura de la “desregulación” –muchas montadas bajo simples decretos- desde comienzos de los ’90; y posteriormente amparadas bajo la reforma constitucional de 1994, la misma que Monseñor Jaime De Nevares diplomática pero claramente calificó de viciada de corrupción, al renunciar a su cargo de constituyente. Recordemos esto ante ciertos políticos que “sacan chapa” de constituyentes del ’94, ¡como si eso fuese un mérito, dentro de la corruptela generalizada imperante en el menemato!

Hoy la dependencia respecto a los hidrocarburos que padece Argentina no solo es altísima, sino también absolutamente irracional, dado el agotamiento de nuestras reservas y el cuadro de carencia de empresas petrolera y gasífera estatales (excluida ENARSA del concepto, pues es más bien una unidad de negocios que una empresa hidrocarburífera).

Es de recordar que Argentina depende en muy alto grado del petróleo y del gas (más del 90 % de la matriz energética global), no solo para mover el creciente parque automotriz, de maquinarias de todo tipo, barcos, aviones, etc.; sino también para los consumos domiciliario e industrial de gas, y la generación de energía eléctrica; todo ello sumado al rol de materias primas para la industria petroquímica (fertilizantes, plásticos, etc.).

Queda en claro que las acciones imprescindibles deben ser ejecutadas para lograr tres objetivos complementarios entre si: a) la máxima sustitución posible de hidrocarburos (petróleo y gas) por otro tipo de energéticos primarios, tanto como combustibles directos como en su rol de insumos de generación eléctrica; b) la construcción acelerada de usinas eléctricas que no dependan de combustibles, básicamente hidroeléctricas y nucleares, y complementariamente eólicas (tal como se hace en todos los países coherentes del mundo; c) la refundación o reestatización de YPF y Gas Del Estado.

Por supuesto que los poderosos “lobbystas” de las petroleras y gasíferas seguirán actuando para confundir a la opinión pública buscando hacer perder el tiempo, demorando las imprescindibles medidas señaladas. En décadas anteriores, las excusas fáciles para impedir un mayor grado de desarrollo de YPF (estatal) y de Gas Del Estado, pasaban por la supuesta “ineficiencia crónica del Estado”, por alegar falsamente “la falta de recursos de Argentina para impulsar las inversiones”, así como el pretendido descrédito de las grandes obras hidroeléctricas y nucleares, bajo el calificativo despectivo de “obras faraónicas”…¡por supuesto soslayando que las Grandes Naciones concretan Grandes obras!

Para esos fines contaron desde siempre con “los grandes diarios nacionales” (siempre liberales y por ende antinacionales en lo económico), con diversos mercenarios del periodismo, de los ámbitos académicos, sindicales, políticos y militare; algunos con cerradas anteojeras doctrinales, y otros inmersos en el lodo de la corrupción.

En las últimas décadas, las “tareas sucias” de oposición a toda gran obra de infraestructura, es realizada con enjundia digna de mejor causa, por los batallones de fundamentalistas de la ecología, con las mentes cerradamente adoctrinadas, y dirigidas desde adentro por dirigentes rentados de las ONGs seudo ecologistas transnacionales, mientras que desde afuera “dictan letra” desde el Club de Roma y sus “criaturas selectas” como Greenpeace, World Wild Found y otras, nada casualmente creadas y dirigidas desde Gran Bretaña, y con las apoyaturas laterales de la BBC, Shell e incluso las propias embajadas del viejo imperio (noticias divulgadas –pero en letra chica- incluso en diarios de circulación masiva). Por supuesto que algunos batallones de políticos oportunistas, se encuentran siempre prestos a sumar votos fáciles, así sea en contra de los Intereses Nacionales. ¡Pero como la memoria suele ser frágil, casi nadie suele recriminarles nada cuando se comienzan a padecer las consecuencias de accionares retorcidos o simplemente corruptos y nefastos para La Nación!

Las demandas de energéticos primarios y de electricidad, por regla general crecen a tasas superiores a las del PBI (o sea de la economía). Un previsible crecimiento mínimo del orden del 4 % anual acumulativo, roza el 50 % de aumento en una década (48,02 % para ser exactos). Y una década es casi “el hoy” en el Sector Energético, habida cuenta de la magnitud y complejidad de las inversiones.

Si no se continúa y acentúa la sustitución de combustibles fósiles, mediante las reales alternativas de generación eléctrica en grandes escalas (hidroeléctrica y nuclear, marginalmente eólica y biocombustibles –todo esto en ejecución, pero sin la perentoriedad que la realidad exige), en tan solo dos décadas, a precios externos actuales de petróleo y gas, Argentina deberá gastar adicionalmente por año la friolera de entre 4.000 a 21.000 millones de dólares (según el combustible empleado, y dependiendo del tipo de máquinas a instalarse y sus consumos específicos); lo cual condicionará seriamente todo plan de desarrollo socio económico.

A esa enorme magnitud de divisas deben agregársele los montos previsibles para importar combustibles destinados al transporte y otros usos, lo cual muestra un cuadro muy preocupante, que requiere absoluta prioridad para revertir las tendencias que hoy se vislumbran.

Por otra parte, las inversiones necesarias para renovar y ampliar la infraestructura de Transmisión Eléctrica, destilerías y otras, sumadas a las nuevas usinas de todo tipo, requerirán una inversión anual del orden de 7.000 millones de dólares, importante pero no imposible; ¡pero por cierto esta realidad no debe ser desconocida ni tergiversada!

Todo este contexto tiene enormes implicancias sociales, económicas, geopolíticas y ambientales. Recuérdese que no existe desarrollo posible sin abundante provisión de energía; sin desarrollo se conforma el perverso cuadro de subdesarrollo crónico; ¡y no hay peor contaminación que la generada por la miseria extrema!

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

Ex Docente – Investigador = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM

Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – F.I. UNaM

Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA

Docente de Economía – EN10

Docente de la Diplomatura en Geopolítica – ICM

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