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20/10/2009

 

Cuyo pierde sus bellezas naturales en manos de la minería a cielo abierto  

Los relieves montañosos de Cuyo en San Juan están desapareciendo por la actividad minera. En Veladero, las detonaciones constantes, retiran cada semana más de un millón de toneladas de rocas, de naturaleza, a cambio de monedas...

(Por Daniel Tejada para el Diario de Cuyo).- Según explicó el responsable de Operaciones de Veladero, el peruano Zetti Gavelán, en un segundo realizan entre 100 y 200 detonaciones con una diferencia temporal de entre 10 y 100 milisegundos entre cada una. De esta manera se logra reducir el impacto de vibraciones comparado con el efecto de una gran voladura simultánea.

Día por medio remueven unas 500.000 toneladas de material con esta metodología en la mina a cielo abierto que se encuentra en el Valle del Cura, en Iglesia. El “open pit”, al finalizar la vida útil del proyecto, medirá 4 kilómetros de largo por 2 kilómetros de ancho. “Las voladuras en minería de cielo abierto son bastante sofisticadas. Los impactos que se generan están referidos a la generación del polvo pero también a las vibraciones que se producen por el explosivo”, explicó Gavelán.

Los explosivos trabajan con ondas sísmicas: las ondas de choque que atraviesan la roca producen su “fracturamiento”. Y estas ondas sísmicas producen vibraciones.

Según el responsable de Operaciones de Veladero, colocan explosivos dentro de un pozo, a través de un taladro. Normalmente una voladura involucra de 100 a 150 pozos. “Si detonáramos todo eso de un solo golpe, sería como detonar varias toneladas de explosivos y obviamente la onda de choque sería bastante grande”, consideró.

Por eso se elige detonar en secuencias de milisegundos. “A simple vista uno ve una detonación instantánea. Sin embargo, en realidad hablamos de 10 milisegundos, 100 milisegundos. Por eso a lo largo de un segundo ha pasado un evento de 100 o 200 pozos que han detonado. Esta sofisticación de la técnica lo que hace es minimizar el impacto, minimizar las vibraciones”, aseveró Gavelán. El otro gran impacto de una voladura, tal vez el más cuestionado por las críticas ambientalistas, es el del polvo suspendido en el ambiente. ¿Cuánto demora en disiparse luego de una explosión? “Yo calcularía que probablemente en los primeros cinco minutos”, contestó el técnico.

“El proceso de voladura tiene una sofisticación en lo que es la seguridad también. Cuando se produce la detonación uno debe asegurarse que el material ha sido correctamente fragmentado y que no quede un rastro de explosivo. Porque si así ocurriera, sería un peligro para la operación y para la gente. Posteriormente a la voladura hay que hacer el chequeo y el control del material”, aseguró.

Normalmente las voladuras son interdiarias. Pero las explosiones no están directamente relacionadas con el ritmo de producción. “Nosotros en la mina tenemos un ritmo de producción que está en el orden de 250.000 toneladas de material. Esto incluye una combinación de lo que es el estéril y lo que es el mineral. Para ese ritmo de producción las voladuras típicamente son de medio millón de toneladas”, explicó.

En el sector de Operaciones de Veladero trabajan 396 personas. Todas están afectadas al área de la mina. De ellas, 346 son operadores y operadoras de equipos como perforadoras, palas, cargadoras y camiones. Dentro del grupo de 50 personas extras hay supervisores y técnicos. Aquí está el grupo de voladuras: unas 10 personas de Barrick y otra decena de la contratista Orica.

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