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13/09/2010

 

Analogías en las profundidades  
En este preciso instante los mineros chilenos están a 700 metros de profundidad y según los especialistas demorarán dos o tres meses en perforar la roca y extraer a estos hombres de su cautiverio.

Mientras tanto estarán sometidos a tremendas tensiones a las cuales, quizás no se hallan preparados, pero sí acostumbrados. Por ello, las autoridades Chilenas, con buen tino y acertadamente han convocado a Submarinistas Chilenos y la Agencia Espacial de la NASA para que puedan aportar su experiencia tanto en las profundidades del mar como en el espacio.

Noticias de Chile indican que la Armada Chilena y la NASA participarán aportando información autorizada sobre como estos valerosos mineros pueden sobrellevar el tiempo que falta aún para ser rescatados de la mejor forma posible y minimizar problemas psicofísicos que puedan sufrir y llevarlos a estados depresivos que deriven en enfermedades más graves aún cuando salgan a la superficie.

Para comprender mejor este relato debemos primero hacer una cronología de hechos históricos que en el transcurso de los años, hicieron posible muchas generaciones de Submarinistas con silenciosa abnegación, esfuerzo, sacrificio y profesionalismo, por lo cual, vaya para todos ellos el merecido reconocimiento.

El día 3 de setiembre, se cumplieron 77 años del arribo de los primeros Submarinos Argentinos, circunstancia esta que coloca a nuestro país en un puesto de vanguardia en experiencias en este tipo de confinamiento de personas sumergidas en Submarinos. Por su vasta trayectoria la Argentina cuenta con profesionales que tienen experiencias de sometimiento a profundidades marinas durante prolongado tiempo en condiciones extremas las cuales deberían ser tenidas en cuenta para situación análogas que puedan surgir en nuestro país y también, porque no, colaborar con otras naciones en estos desastres que tienen especiales características de encierro.

El día 18 de Setiembre de 1975 zarpó de la Base Naval Mar del Plata el Submarino A.R.A. “SALTA” dispuesto a llevar a cabo una prolongada patrulla bajo el mar custodiando el mar argentino al mismo tiempo que adiestraba a su tripulación por primera vez en Latinoamérica en largos períodos de inmersión y que coincidió con la llegada al país, en 1974, de los Submarinos Clase 209 de tecnología alemana y que aún hoy, uno de ellos continúa en servicio.

Luego de dos horas de preparativos el A.R.A. “SALTA” se sumergió e inició una navegación que recorrió todo el litoral marítimo argentino llegando hasta el Sur de Tierra del Fuego. Salió a superficie en la madrugada el día 4 de noviembre del mismo año regresando al mismo apostadero marplatense sin ninguna novedad en cuanto a los 35 hombres que conformaron su dotación que navegaron sumergidos 1.131 horas sin haber salido a superficie en todo ese periodo. Solo expuso sus mástiles para las maniobras necesarias para su operatibilidad.

Años más tarde, el emblemático Submarino A.R.A. “SAN LUIS” al mando del Capitán de Fragata Don Fernando María AZCUETA y 34 tripulantes, zarpó de la Base Naval Mar del Plata en la noche del 11 de Abril de 1982 rumbo Sur regresando el día 19 de mayo del mismo año luego de haber cumplido 39 días de patrulla de guerra y 864 horas de inmersión, equivalentes a 36 días bajo el mar.

En esta histórica travesía, la Dotación zarpó desconociendo el día de regreso y las condiciones a las cuales estarían expuestos pues se trataba de la primera navegación en condición de guerra en el mundo en esta clase de Submarinos, por este motivo el SAN LUIS, es la primera nave de su tipo en ir y regresar sano de una patrulla de guerra efectiva contra un enemigo considerado potencialmente superior, pero quizás con algunos problemas en cuanto a que no pudo localizar a esta pequeña nave argentina que evadió en varias oportunidades el accionar de una de las Flotas antisubmarinas más poderosas del mundo y volvió para contarlo gracias a la pericia y profesionalismo de estos hombres que, como aquí narramos, fue la diferencia entre la vida y la muerte.

La Dotación del A.R.A. “SAN LUIS” fue sometida a un prolongado hostigamiento con torpedos y bombas de profundad por parte de la Flota Británica en la batallas por las Islas Malvinas intentando neutralizar el accionar de este pequeño y silencioso submarino argentino, además lógicamente, de la permanente tensión en la cual se vive y convive todos los días, horas y minutos en una situación así. Pero sus tripulantes soportaron perfectamente bien estas dos situaciones, una el stress propio de la acción y la otra superaron heroicamente la posibilidad cierta de que la nave fuera impactada por alguna de las armas que explotaban a su alrededor. Estas extremas situaciones pueden aportar experiencia técnica y datos psicofísico, médicos y sanitarios sobre el comportamiento humano en esas condiciones de clausura y aislamiento total bajo tensión, datos que seguramente cuenta nuestra Armada.

El aprovechamiento de los recursos tales como el agua, los alimentos, el combustible y el armamento son de por si elementos vitales, pues su mejor utilización fue un factor determinante en la suerte operacional y de la vida de sus hombres.

Esta enumeración de hechos históricos, que eran casi rutinarios en la Armada, pero de muy escaso conocimiento público nos indica que nuestro país cuenta con personal de un excelente nivel técnico y altamente capacitado en campañas prolongadas sumergidos bajo la tremenda presión psicológica de la guerra antisubmarina o en patrullas de adiestramiento, que nos permiten afirmar que nuestro país cuenta con una experiencia insoslayable a la hora de colaborar en tragedias como la que hoy preocupa y ocupa a la nación chilena.

Alberto Fernando Poskin

Ex tripulante Campaña Prolongada del ARA SALTA Año 1975

Veterano de Guerra del ARA SAN LUIS 1982

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