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Fuente: NuestroMar
21/02/08

 

El rompehielos ruso reabastece la base Orcadas  
El “Vasiliy Golovnin” arribó ayer a la base centenaria para desembarcar víveres, materiales y combustible. También se trasladó al personal que permanecerá hasta la próxima campaña.

ORCADAS – El rompehielos ruso “Vasiliy Golovnin”, que presta apoyo a los buques de la Armada Argentina que están desarrollando la segunda etapa de la campaña antártica, arribó ayer al mediodía a la base Orcadas.

Al mando del capitán de ultramar Yusupov Iksan y con 43 tripulantes, realizó el abastecimiento y recambio de dotación de la base.

A bordo del buque se encuentran el capitán de navío Valentín Sanz Rodríguez y el capitán de corbeta Mariano Pozzi, quienes ofician de coordinadores de las tareas de reaprovisionamiento de esta y las demás bases argentinas.

En lo que va de la segunda etapa, ya se abastecieron Jubany, Esperanza y San Martín. En esta última también se realizó el recambio de la dotación, que se renueva con diez hombres de la Armada, tres de la Fuerza Aérea y dos guardaparques que estarán bajo el mando del teniente de navío Gustavo Sánchez.

El “Golovnin” recibió del buque transporte ARA “Canal Beagle” setenta toneladas de víveres, materiales y herramientas, además de 210.000 litros de gasoil antártico para Orcadas.

Hacia Ushuaia

El buque transporte ARA “Canal Beagle”, que navega hacia Ushuaia luego de realizar el puente logístico con el buque ruso, ya abasteció y embarcó el material en desuso de otras bases.

En Jubany, vehículos anfibios a rueda (VAR) trasladaron residuos y 89 tubos de gas vacíos.

El primer contacto de los VAR en la playa fue con “Z3”, una skúa monitoreada por los científicos de la base. Es el ave más popular del grupo; su presencia en la zona se compara con la de un habitante ilustre.

De noche continuaron las actividades hasta que ráfagas de viento de entre 70 y 95 kilómetros por hora lo impidieron.

La meteorología afecta la continuidad de los trabajos a tal punto que imposibilita permanecer de pie en cubierta, donde al menos 30 personas trabajan en las bodegas, hacen guardias en el trasvaso de combustible y operan la grúa de carga y descarga.

Jubany, un sitio para la ciencia

La base antártica Jubany tiene unos 18 kilómetros de extensión, de los cuales 12 pertenecen a una zona protegida para tareas científicas.

Desde octubre a marzo, permanecerán allí 30 científicos argentinos y extranjeros. La mayoría trabajan en su tesis doctoral.

Entre ellos está la bióloga Gabriela Campana, que está por quinta vez en el continente blanco, becada por el Instituto Antártico Argentino (IAA) junto a otros profesionales de la ciencia. En las ocasiones anteriores, Campana embarcó en el rompehielos ARA “Almirante Irizar”. “Para mí fue mi segunda casa”, dice.

Las investigaciones que desarrolla en Jubany son procesadas en un laboratorio alemán que funciona en la base, a través de un convenio de 1994 entre el IAA y Alemania.

El jefe de la base es el mayor del Ejército Edgardo Fernando Morales, que invernó durante 2007 con un total de 19 efectivos. Entre ellos, dos meteorólogos de la Fuerza Aérea Argentina.

Es la segunda vez que lo hace. Su primera experiencia fue en San Martín, una década atrás. “Soy un hombre que ama la Antártida”, dice.

 

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