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08/04/08

 

Incapacidad del gobierno nacional para impedir la depredación pesquera  

Lo evidenció el diario Clarín en una nota como lo venimos anunciado desde hace mucho tiempo. Además, publicamos un nuevo informe de Roberto Maturana, quien es oficial de la Marina Mercante e investigador pesquero...


SRA. PRESIDENTE: USTED NO ESCUCHA

Mientras España busca el máximo castigo a nivel comunitario en virtud de la crisis de caladeros en el mundo, el Gobierno permite vaciar el mar a destajo pisoteando toda normativa nacional e internacional.
Ayn Rand escribió La Rebelión de Atlas en 1957 que nos patentiza y muestra pristinamente cómo nuestro Gobierno nos lleva hacia el pasado.
"Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada."
Argentina dilapida sus recursos pues incumple todos los tratados, como ya ha sido expresado en diversas notas anteriores.
España ya podría iniciar un mani pulite pesquero con sus empresas radicadas en el país que llevan oficiales de pesca de su nacionalidad en buques depredadores. Dicho país tiene afincada una importante flota que exporta pescado argentino para ser trasformado de materia prima en productos de alto valor agregado, que luego se vende al mundo desde España.
El oficialismo gobierna sólo para un sector del país, aplicando de idéntica forma la Constitución Nacional y las Leyes parcialmente.
La destrucción del caladero Argentino y la entrega de cupos de captura a buques congeladores y factorías, liberándoles el mar argentino, es obra de Néstor Kirchner y su esposa.
Los Kirchner 1 y 2 conocen el tema pesquero perfectamente y aún así impulsaron la Resolución 65/07 para otorgar mas poder a las grandes empresas en desmedro de las pequeñas, tal cual el campo.
Señora Presidente, por favor explique lo siguiente:
¿Por qué el Gobierno permite a buques ilegales depredar nuestros recursos?
¿Por qué el Gobierno omite la aplicación de dictámenes sobre permisos de pesca ilegales de la AGN-SIGEN-PTN-UBA?
¿Por qué el Gobierno no aplica retenciones a los productos exportados como materia prima desde buques congeladores y factorías que no generan mano de obra en tierra?
¿Por qué se permite exportar a los chinos desde la provincia de Buenos Aires corvina y otras variedades enteras a oriente sin valor agregado alguno?
¿Por qué se permite a la flota China exportar calamar libremente —sin retenciones— como materia prima hacia oriente, sin tener inversiones en tierra?
¿Por qué se permite que la empresa Uruguaya Greenfin envíe pescado a elaborar en su planta de Montevideo sin dar trabajo en la Patagonia?
¿Qué pasó con el cobro indebido de mas de 2 millones de dólares por Conarpesa en retenciones?
¿Por qué el Estado argentino otorgó de forma directa el buque Mar Austral Iº sin salir a subasta publica?
¿Por qué no avanza la causa penal contra Aval Portela director de Gal Frío Pescagen por contrabando agravado?
¿Por qué no se informo de la venta de Gal Frío Pescagen al grupo Mar Esmeralda mientras la anterior está convocada violando la Ley de Sociedades?
¿Por qué el Gobierno emite resoluciones pesqueras a través de la SAGPyA que vulneran leyes y tratados vigentes?
¿Por qué exploran el mar argentino buques científicos extranjeros?
¿Por qué se permite que la flota surimera deprede recursos a destajo cuando estos buques están prohibidos en todo el mundo por su impacto ambiental?
¿Por qué el Gobierno argentino viola la Constitución Nacional favoreciendo a megagrupos económicos pesqueros en perjuicio de los más pobres y de la Nación toda?
¿Por qué se permite la corrupción, la destrucción del caladero y, con ello, a la industria pesquera argentina?
Es menester recordar a la Sra Presidente que, tal como hoy juzgan a los genocidas de ayer que detentaron un poder omnímodo en el pasado, los Kirchner también podrían emularlos, pues su política pesquera aplicada es otra clase de genocidio.

Roberto Maturana
Oficial de Marina Mercante-Investigador

Anexo: La Voz de Galicia
Santiago - 30/3/2008

España perseguirá la pesca ilegal como si fuera genocidio o tortura

Los tribunales españoles podrán juzgar cualquier delito de pesca ilegal cometido por uno de sus ciudadanos en cualquier océano del mundo y con independencia de la bandera en la que se ampare para realizar sus actividades piratas. Esa es una de las medidas que el Ministerio de Agricultura español incluye en un nuevo reglamento que establece sanciones específicas para la pesca marítima y que solo está pendiente del dictamen favorable del Consejo de Estado.
Lo que persigue España con ese futuro real decreto es dotarse de «competencia jurídica universal en materia pesquera», una potestad que ya tienen los Estados que así lo ratifican para juzgar «otros crímenes, como es el caso del genocidio, la tortura o los malos tratos», explicó Fernando Curcio, director general de Recursos Marinos.
De esa forma, España podrá llevar a sus tribunales a los buques y nacionales que realicen actividades piratas bajo otro pabellón, sin tener que esperar los tres meses que hasta ahora da la legislación española de margen al país de bandera para castigar la infracción de su barco. Una capacidad que, en la práctica, se ha revelado ineficaz, dado que «muchos Estados decían que ya habían actuado y sancionado cuando en realidad no era así», dijo Curcio.
Ahora España espera no estar sola y conseguir que la Unión Europea incorpore esa misma medida en el reglamento contra la pesca ilegal que el Consejo de Ministros debatirá el próximo 14 de abril. Con eso, España pretende tener «una base más sólida» a la hora de que sus magistrados valoren las infracciones en esta materia y, al mismo tiempo, evitar agravios comparativos con la flota de otros países comunitarios.

Competencias jurídicas

Sortear las discriminaciones es, precisamente, una de las razones que, según Curcio, han movido al Ministerio de Pesca a intentar dotarse de competencia jurídica universal: «Lo que se pretende es defender al sector legal frente al que está ejerciendo una competencia desleal de forma ilícita». Y también proteger a los tripulantes, pues a bordo de buques como los abanderados en Sierra Leona, Togo o Vanuatu no respetan las convenciones internacionales sobre seguridad de la vida humana en el mar. «Se han visto en el caso muchas familias gallegas que han perdido a sus allegados a bordo de este tipo de buques».
Pero Curcio no ocultó que las presiones internacionales también están detrás de esta decisión. Presiones que llegan desde países como Australia o Nueva Zelanda, pero también desde la propia Unión Europea, que se mostró «muy dolida» al conocer que detrás de las banderas de Guinea Ecuatorial, Camboya o Togo hay intereses españoles. Y es que, lamentablemente, buques piratas continúa habiendo: «En el área de la Convención para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos de la Antártida hay unos 20 barcos ilegales y los australianos nos han comentado que, a veces, cuando abordan a uno de esos barcos, los tripulantes hablan español. Y muchos, gallego

Espe Abuín

Ahora, nota del diario Clarín, donde evidencia la ineficacia de la Prefectura, no por su incapacidad en sus tareas, sino por la decidia del gobierno en no reequipar a las fuerzas navales para defender los intereses de la Nación, con mayor personal y mayores herramientas (más buques, etc)

Vigilan a barcos extranjeros que vienen por el calamar

Señor, le informo que su barco está a ocho cables de la zona económica exclusiva de la Argentina.

-Sí, sí, correcto, esa es nuestra posición, pero esté tranquilo, no es nuestra intención acercarnos a vuestras aguas.

Ocho "cables" son 1481 metros, nada en la inmensidad del mar. Por eso el capitán del guardacostas Prefecto Fique, Ricardo Salvo, no se conformó con la advertencia radial. Tomó los prismáticos y por diez minutos apuntó hacia el pesquero español. El buque extranjero se mantuvo a raya, la disuasión funcionó. Pero hay otros 120 barcos al acecho, asiáticos y europeos, dispuestos a llevarse el calamar.

Las 200 millas marinas constituyen la última frontera argentina. Es una línea imaginaria -paralela a la costa, pero a 370 kilómetros de distancia- que separa a nuestro mar de las aguas internacionales del Atlántico. Sobre esa línea navegan los enviados especiales de Clarín.

Se tarda casi dos días en llegar. Hay que atravesar un desierto de olas azules, formado por la expansión de las áreas de veda para la pesca de merluza, que había sido objeto de depredación en los 90. Ningún barco puede pescar allí hasta que la especie vuelva a reproducirse en abundancia, ni siquiera un barco nacional. Pero en el viaje hacia la "milla 201" aparece uno, a babor, en plena puesta de sol. El capitán vuelve a la radio:

-Atento, atento, necesitamos saber los datos de su embarcación.

-Cómo no, jefe, estamos en el "Rafaela", salimos de Mar del Plata y estamos al garete. En un rato haremos unas maniobras y trataremos de pescar algo.

-Ah, muy bien, no hay problema, buena pesca entonces.

-Gracias. Y buena "caza".

El "Rafaela" tiene el permiso de pesca en orden, según el chequeo inmediato que hacen los efectivos de la Prefectura en las computadoras del puente de mando. Es uno de los 40 buques argentinos en la zona, 40, contra 120 chinos, coreanos, taiwaneses y españoles que están expectantes y tentados a cruzarse, si los cardúmenes de calamares migran hacia la zona argentina.

La desventaja de tres a uno es confirmada por los ecos que capta el radar. Una pantalla de fondo negro y muecas verdes (una por barco) muestra el surco fronterizo, una línea virtual, pero cierta. De un lado está despoblado, del otro, demasiado habitado. Hacia allí va el guardacostas.

El sol termina de apagarse y un revuelo de nubes naranjas lo despide. En la cabina del Fique, las voces comienzan a quedarse sin rostro. Se navega a oscuras. Los pesqueros también tienen radares y pueden detectar su presencia, pero el avance es en sigilo. Es común que si un buque extranjero es advertido, se corra la voz entre los demás. "Cuidado, que anda 'La Palomita'", es una de las contraseñas que suelen pasarse, con distintas traducciones.

-El que se equivoca, termina pintado de negro- suelta un oficial. Se refiere a un curioso método de registración que tiene la patrulla, que consiste en estampar, a sus costados, la silueta de los pesqueros que se atreven a pasar la frontera marítima y terminan capturados. Hay 11 barquitos pintados en el Fique y corresponden a operativos de los últimos 22 años. Contando los procedimientos de la Armada, la Fuerza Aérea y la Prefectura, van más de 60 capturas de buques desde 1983. La última fue en 2006 y produjo tensión diplomática, porque se trataba del barco inglés John Cheek, que había obtenido su licencia pesquera de los kelpers.

En diciembre, Clarín informó que el Gobierno planeaba reforzar la vigilancia contra la pesca ilegal de buques extranjeros. Se sugirió incluso que iban a abordarse barcos extranjeros para su inspección más allá de la línea marítima argentina, pero que aún no ha sucedido. Estos anuncios se difundieron luego de las quejas del sector pesquero argentino por la abrupta pérdida de rentabilidad sufrida el último año. La exportación de pescado también tiene retenciones, del 5 al 10 por ciento, y compite en desventaja con barcos asiáticos que apelan a la mano de obra esclava para abaratar sus costos.

El calamar -junto a la merluza y el langostino- es uno de los principales recursos del Mar Argentino. Su captura fluctúa según la temporada. El año pasa do hubo un pico: los argentinos pescaron 232 mil toneladas y los extranjeros, en la milla 201, más del doble. Eso provocó el derrumbe de los precios internacionales. Otros años escasea o está del lado argentino, y hay que vigilar que no se lo roben.

Ya es de noche en el mar desbravado. El desierto azul quedó atrás y la Guía de Posicionamiento Satelital (GPS) anuncia que la milla 201 está cerca. El guardacostas navega sobre una profundidad de 102 metros. De pronto, el cielo y el mar se parecen, son iguales: luceros arriba y miles de luces abajo, una ciudad iluminada. Son 2500 bujías por reflector, para atraer a los calamares, moluscos voraces que van detrás de un señuelo fosforescente, una "pota", que los atrapa y los lleva a terminar como un plato de rabas.

-Hoy están más allá, se ve que hay bastante calamar del otro lado- se escucha entre las penumbras de la cabina.

De norte a sur dos horas, con la proa hacia Malvinas. De sur a norte otras dos, con África a estribor. El guardacostas va y viene sobre la línea prohibida. La madrugada no baja en tensión, pero no encuentra pesqueros furtivos.

A las 8 de la mañana, un lobo marino hace la plancha y tres toninas saltan a un costado. Una onomatopeya formada por erres suena más lejos de lo que la estela del barco permite ver. Avisa que algo se aproxima. Es un avión, parecido a una gaviota, pero de acero y con funciones policiales. Pasa a 15 metros de la cubierta, saluda, coordina rumbos con el capitán del Fique y va hacia la zona crítica de pesqueros extranjeros. A los 20 minutos, llega su reporte:

-En estos momentos, hay 46 barcos entre la milla 210 y la milla 240, entre las latitudes 45 grados y 20 minutos y 47 grados 07 minutos. Todo en orden, entonces.

Como dato de referencia, el paralelo 46, sobrevolado por el avión de Prefectura, es la línea que separa a Chubut de Santa Cruz. Esas dos provincias, más Buenos Aires, Río Negro y Tierra del Fuego, que son las que tienen litoral marítimo, participan junto a la Armada y la Prefectura del Sistema Integrado de Control de la Actividad Pesquera, que vigila el movimiento de las flotas las 24 horas. Una pantalla centraliza la información e imprime gráficos ante eventuales invasiones, que sirven como prueba para aplicar sanciones o proceder al secuestro de la mercadería.

Cinco aviones, dos fragatas y los guardacostas están listos para actuar si los pesqueros quedan en off side. No alcanzan: si cuatro barcos son hallados en nuestro mar, el guardacostas los perseguirá, pero podrá capturar sólo a uno, admiten las autoridades.

Es hora de volver. La radio anuncia que un bloque gigante de hielo se acaba de desprender de la Antártida y los tripulantes se preguntan si llegará cerca. Pero no. Son dos días más de navegación hasta Comodoro Rivadavia, donde los taxistas juran que sobra el trabajo, los geólogos dicen que hay petróleo para 50 años y un restaurante, en su carta de pescados, alienta la leyenda de tesoros sumergidos tras el naufragio de un galeón. Muchos buscan esos tesoros.

Por qué es importante

1 Una tonelada de calamar se paga entre 500 y 1500 dólares. Tomando el precio máximo, es un negocio que mueve 1.000 millones al año, sólo en el Atlántico Sur.

2 Argentina decidió reforzar los patrullajes de las áreas sensibles, tras la depredación sufrida por la merluza en los 90 y quejas de la industria pesquera.

3 Hoy, en la "milla 201", por cada pesquero argentino hay tres extranjeros, principalmente de países asiáticos, que llegan en busca del calamar.

4 Si pescan en forma ilegal, reciben una multa. Pero si se resisten a la inspección o quieren escapar (algo usual) la carga y la embarcación pueden ser secuestradas.

5 Existe un agravante geopolítico: las licencias ilegítimas que otorgan los kelpers para pescar en la zona que rodea a las islas Malvinas.

Cámaras a bordo

El Gobierno analiza instalar cámaras de video en cada uno de los barcos de la flota pesquera nacional, para apuntalar tareas de control.

La idea es monitorear el volumen de las capturas y los procedimientos, indicaron fuentes del sector.

La flota local tiene 652 barcos. Es una cantidad módica para la cantidad de recursos que tiene el Mar Argentino. A modo de comparación, Italia tiene 15 mil barcos y China, con fuerte presencia en aguas australes, 40 mil.

Por Pablo Calvo. MAR ARGENTINO. ENVIADO ESPECIAL
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