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Fuente: Perfil
14/04/08

 

Cristina Fernández inauguró usina que no funciona  

Lo anunció hasta con el falso ruido de motores en el fondo. De lo importante se encargó el fotógrafo presidencial: que la mandataria saliera bien.

El 18 de marzo pasado la Presidenta participó del acto de apertura de la primera central de generación energética que se construye en el país en siete años. Pero todo resultó una gran puesta en escena porque ninguna de las turbinas está aún operativa. PERFIL recorrió las instalaciones y comprobó que la obra todavía está en construcción.
Por Pedro Ylarri

A la Presidenta siempre le ha gustado promocionarse como una figura de la “nueva política” que se levantaba en contra de los vicios de la “vieja política”. Sin embargo, ello no la ha preservado de incursionar en alguno de los clásicos que caracterizaron a varios de sus antecesores. Por ejemplo, la inauguración de obras aún no terminadas para generar una sensación de actividad.

Eso fue lo que sucedió el 18 de marzo en la ciudad bonaerense de Campana, cuando Cristina Fernández de Kirchner encabezó la apertura oficial de la central termoeléctrica Manuel Belgrano (TMB SA) para dar una respuesta a los planteos sobre un probable faltante de energía. El problema es que esa usina aún no está operativa y que lo único que se hizo ese día fue montar un acto político, con escenografía y ficticio ruido de motores incluidos, para permitirle lucimiento a la mandataria.

“Esto demuestra que si trabajamos mancomunadamente somos invencibles”, pontificó recordando que se trataba de la primera planta generadora de energía eléctrica que se inauguraba desde 2001. Unos días más tarde el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, aseguró que “a las 22.56 del 23 de marzo” la central había comenzado a operar.

Pero no fue así. PERFIL comprobó en una recorrida por el predio, aún en obra, que una de las tres turbinas que generarán electricidad no arribó aún a la planta, y que sólo una de las restantes se encuentra conectada a los sistemas de control. Ninguna de ellas hoy genera electricidad.

Argentinos, argentinas. Testimonios aportados a PERFIL por concejales, militantes medioambientales, obreros y vecinos de Campana dan a entender que lanzar “vacía” la primera obra de infraestructura energética luego de siete años es similar a otras inauguraciones virtuales: “Fue como un circo”, dijo un edil del opositor Frente por Campana.

Rubén Alvarez, del mismo partido, presente en la inauguración, relató a este diario su experiencia: “El acto se hizo en una carpa blanca, no se habló del funcionamiento de la turbina, se cortó la banda, habló el gobernador (bonaerense), Daniel Scioli, y luego la Presidenta. Se escuchaba un ruido de fondo, pensamos que era la turbina, pero no, al día siguiente nos enteramos de que eran los motores auxiliares. Estaba todo armado”.

Ese día, dentro de una carpa, tras sacarse fotos con obreros, cortar la banda alusiva y luego de la bendición del predio por parte del obispo local, Cristina aseguró: “Cuando ingresé al recinto donde estaba la turbina sentí que estaba haciendo algo más que una inauguración. Estábamos venciendo en una batalla, argentinos y argentinas, contra el escepticismo, contra los descreídos, contra los que siempre nos anuncian catástrofes y que nos va a ir mal”.

El recinto mencionado por la Presidenta fue visitado por PERFIL. Se accede por una puerta lateral y está rodeado de obreros, andamios, vigas y grúas. Es una obra en construcción. En su interior se encuentra la turbina, que pesa 310 toneladas y mide 11 metros de largo por 5 de ancho. “Ahora la podés visitar, pero después no podrías estar acá por el ruido”, dijo el jefe de Inspecciones de TMB, Néstor Bosio, quien guió la recorrida de PERFIL. Evitó responder si Cristina la visitó y en ese caso cómo soportó el ruido con la hélice en marcha.

Palabra oficial. Declaraciones públicas de De Vido, información distribuida por la agencia Télam y una gacetilla de la Casa Rosada del día de la inauguración aseguraban que la turbina estaba aportando energía al Sistema Interconectado Nacional (SIN). Dijo el ministro: “A las 22.56 del 23 de marzo la usina empezó a generar para el sistema interconectado. En pocos minutos estará generando los 281 MW que corresponden a la primera turbina”. Consignó Télam el 19 de marzo: “La Presidenta puso hoy en marcha la primera turbina, que esta noche comenzará a aportar 271 MW”.

Las española Endesa rectificó a PERFIL esa información: “La semana pasada aportó energía por primera vez al sistema, estamos en proceso de ajustes y estimamos que estará a full antes de mediados de abril”, aseguró Bosio en referencia a la primera turbina a gas, la que habría visitado la Presidenta. Un operario de la constructora ibérica Duro Felgueras, a cargo de las obras, dijo a PERFIL que “la única vez” que funcionó la turbina hasta el 4 de abril “fue el 25 de marzo, operó de 10 a 19 horas, e inyectó 270 MW”.

El Gobierno anunció para el 9 de abril la operación de la segunda turbina a gas o diésel. Seis días antes PERFIL comprobó que los cables de control se encontraban desconectados y aún no estaba montado el motor auxiliar que la enciende. Endesa estimó “una semana de pruebas” antes de que comience a funcionar, lo que se sería al menos un mes después de que fue inaugurada. Bosio destacó que “de todas formas, la planta realmente se construyó en tiempo récord y con la mejor tecnología”.

La termoeléctrica de Campana, así como la planta gemela que se construye al sur de Rosario, implicó una deuda millonaria contraída por productoras y distribuidoras de energía con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), cuyo mayor accionista es el Estado nacional. Endesa en Campana y Total en el Gran Rosario, pese a financiar las obras con sus deudas con el Estado, tendrán la propiedad de las centrales al menos hasta 2018.

Factor habilitación. Al “fiasco” oficial, según lo definieron a PERFIL concejales de la oposición de esa ciudad y entidades de defensa del medio ambiente, se le suman una serie de irregularidades “propias de hacer las cosas a las apurones”. Una de ellas es la falta de una habilitación de la planta y de estudios de impacto ambiental oficiales que respalden los aportados por la empresa española Endesa, a cargo del proyecto.

Un autoridad de la Municipalidad de Campana dijo a PERFIL que existía un expediente de “habilitación en curso” de la obra, no resuelto al 7 de abril. El secretario de Obras Públicas del distrito, Claudio Rodríguez, aseveró por su parte que “lo que hay es una habilitación provisoria, no tiene final de obra porque no funciona en su totalidad”. Añadió que lo que “sí existe es la autorización del trazado del acueducto, una obra que el Municipio mismo reclamó”.

La autorización fue un tema polémico en el Concejo Deliberante local antes de la llegada de la Presidenta. El concejal Marcelo Busalacchi explicó a este diario que el 14 de febrero en una sesión extraordinaria solicitó que la Municipalidad otorgue un permiso provisorio constatado por inspectores locales, aunque el oficialismo se opuso y la sesión se cayó. “Hasta el 30 de marzo no había habilitación del municipio”, aseguraron a PERFIL los seis legisladores del Frente por Campana.

El plan de construcción supone que la autorización de la central debe ser estudiada por un Comité Asesor en el marco de la Secretaría de Energía, que evitó informar sobre si el consejo ya fue conformado. El Organismo Provincial Para el Desarrollo Sostenible (OPDS), encargado de la habilitación medioambiental, recibió por su parte un informe de impacto ambiental aportado por la compañía, aunque hasta esta semana no se había expedido al respecto.

No es la única situación irregular. El encendido de las dos turbinas –capaces de funcionar con gas natural o diésel– significará un gran consumo de agua cuando lo hagan con el destilado del petróleo, aunque el acueducto que tomará agua desde el río Paraná recién fue trazado y está previsto su uso desde noviembre. La decisión de perforar los acuíferos subterráneos Puelche e Hipopuelche preocupa a los vecinos de Campana.

“El apurón de Cristina tendrá un impacto directo en la rentabilidad”, reconoció a PERFIL un ingeniero cercano al proyecto, que solicitó reserva. Según el especialista, el costo del diésel –que debería ser importado– es superior al que tendrá la generación de 270 o 540 megawatts de energía, según estén encendidas una o dos turbinas. “Lo lógico es esperar a 2009. La tercera turbina funciona con vapor generado con el calor de las otras dos, no gasta combustible y es la que aporta la rentabilidad”, añadió.

“La misma empresa reconoció que ya en junio no habrá gas disponible, por lo que estará obligada a utilizar diésel. Además de contaminar el aire y utilizar los acuíferos del subsuelo, esto huele mal sólo con saber que va a funcionar con gas y diésel, dos cosas que escasean en la Argentina”, advirtió a PERFIL Lautaro Ríos, director de Conciencia Ciudadana, una ONG que sigue de cerca las condiciones de radicación de la termoeléctrica.

Encendida o desenchufada, a diésel o a gas, la termoeléctrica recién aportará su capacidad de 870 MW en marzo de 2009, cuando sea inaugurada la tercera turbina, a vapor, capaz de doblar la producción eléctrica de las dos primeras. Es probable que antes de esa fecha haya otro acto presidencial adelantándose a los hechos para responder a las urgencias políticas.

Y además puede producir daño ambiental

Vecinos, ambientalistas y los seis concejales del opositor Frente por Campana debaten por estos días acudir a la Justicia para reclamar información porque intuyen que la radicación de la termoeléctrica Manuel Belgrano afectará el abastecimiento de agua a través de acuíferos subterráneos y que el diésel que se utilizará para hacer funcionar dos de las tres turbinas de la planta contaminará el aire y traerá inconvenientes en el tránsito.

“Planteamos que la urgencia que tiene el país en generar energía no lleve a producir daños en el ambiente, todo por este apuro de salir de la manera en la que se está haciendo”, afirmaron los ediles a PERFIL. La disputa se debe a la “presión” del Gobierno para que se opere a “ciclo simple”, que consiste en hacer funcionar a gas o gasoil dos turbinas, sin que los gases que generan sean utilizados por una tercera turbina.

El director de la ONG local Conciencia Ciudadana, Lautaro Ríos, anunció en diálogo con PERFIL que iniciará un juicio contra el Gobierno bonaerense por negarse a brindar datos sobre cuánta agua de los acuíferos demandará la termoeléctrica. “Cuando la central funciona con gasoil consume agua en una relación 1 a 1, no tendría que arrancar hasta que no se termine el acueducto que va al río Paraná”, afirmó el concejal Rubén Alvarez.

El consumo de diésel también genera polémica: “Se transportará en camiones, según el consumo que nos indicaron para abastecer la central se necesitarán cuatro por hora, unos 100 por día, va a ser un problema”, enfatizó el edil Marcelo Busalacchi.

La composición química del combustible fue otro de los puntos conflictivos. ONG locales expresaron que TMB aseguró que utilizará diésel purificado importado para la central. En la inauguración, los directivos agradecieron sin embargo a Siemens por adaptar la turbina para que utilice fueloil argentino común, con mayor concentración de agentes contaminantes.

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