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Malvinas: análisis sobre los últimos acontecimientos


27/02/2013

Informe especial. Opinión sobre los alcances del apoyo africano, la denuncia sobre armamento nuclear, el referéndum isleño y la postura de los medios masivos...

Por Patricio A. Mendiondo, Director Periódico El Malvinense

Introducción

La causa Malvinas, mejor que cualquier juez, pone en evidencia toda hipocresía, negociado y el nulo compromiso para con el pueblo desde la tarea de los gobernantes, políticos y grupos económicos varios. Año tras año, cada publicación de este periódico ha aportado innumerables pruebas sobre cómo se manipula la verdadera causa nacional, único punto de unión de los argentinos. Se acerca un nuevo 2 de abril y todos quieren obtener provecho del pueblo, que se ilusiona y aplaude, aunque en verdad, por Malvinas... nada se hace.

África da su apoyo

Las noticias reflejaron que todo un continente, 54 países, dieron su apoyo a la causa Malvinas. La declaración consensuada y firmada por los Estados africanos, insta a "reiniciar las negociaciones diplomáticas y bilaterales para encontrar cuanto antes "una solución justa, pacífica y definitiva a la disputa, de conformidad con las resoluciones relevantes de las Naciones Unidas y de otros organismos regionales e internacionales"

No se menciona la palabra soberanía, y recalca que el diálogo debe ser en marco de la negociación bilateral, palabra que Argentina se preocupa siempre para que no falte, y en realidad es la que más daño hace. Hablar de bilateralidad, significa querer resolver la problemática entre dos (donde gobierna la ley del más fuerte), y ya no desde la multilateralidad, como lo es la ONU, a través de sus órganos.

Vale destacar que de los 54 Estados, casi la mitad pertenecen a la Comunidad Británica de Naciones, y ante un verdadero compromiso, como podría ser una votación en la Asamblea General de Naciones Unidas, no apoyarán a la Argentina.

(En azul los Estados históricos de la Comunidad Británica, en anaranjado Mozambique (miembro nuevo), en celeste las colonias. Fuente: Wikipedia)

Los apoyos de terceros países u organizaciones internacionales son relativamente importantes, dependiendo del objetivo a seguir. Si con ese tipo de apoyos se busca realizar un sondeo para luego proponer el tema como resolución ante la Asamblea General de la ONU, es muy útil. De lo contrario carece de efectividad práctica.

Argentina, ha dejado de proponer resoluciones sobre Malvinas en la Asamblea General desde que en 1989 firmó los acuerdos bilaterales, los denominados Acuerdos de Madrid con Gran Bretaña, que restablecieron las relaciones diplomáticas entre ambos Estados. Por ende, si se desea una votación en la ONU, es preciso denunciar los Acuerdos de Madrid, para volver al reclamo multilateral, que fue el único que verdaderamente perjudicó a los británicos.

Hasta tanto, los apoyos similares al de los Estados africanos, solamente servirá para propaganda mediática, y no, como verdadera fuente de solución del conflicto.

Denuncia sobre armamento nuclear

La denuncia argentina se produjo en el marco de la Conferencia de Desarme, no fue ante ningún órgano deliberativo de Naciones Unidas. Veamos también que se dijo al respecto (Secretario de Relaciones Exteriores de la República Argentina ante la Conferencia de Desarme de la ONU, Eduardo Zuain):

"La República Argentina está especialmente preocupada por la posibilidad, confirmada por primera vez por el Gobierno británico en 2003, de que este Estado estuviera introduciendo armamento nuclear en el Atlántico Sur"

¿Qué confirmó Londres en 2003? El 5 de diciembre de aquél año, Gran Bretaña reconoció que, durante la Guerra de Malvinas, la Armada Real había traído armas atómicas al Atlántico Sur. Es decir, el funcionario argentino denuncia esta maniobra ante la Conferencia, pero en ningún momento desde el año 2003 a la fecha (10 años) se hizo una sola denuncia directa al Reino Unido por el arsenal nuclear que llevó consigo a la guerra. Material nuclear que según informe secreto de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) se encuentra en el fondo del mar a raíz del hundimiento del HMS Sheffield. Dicho informe sugiere que existe riesgo de contaminación nuclear en el Atlántico Sur, como resultado del conflicto de 1982.

Un submarino nuclear británico (derecha) en las costas de Río de Janeiro, siendo abastecido por un buque auxiliar, tras su travesía por el Atlántico Sur.

Nosotros denunciamos públicamente y presentamos notas ante Cancillería durante los años 2008 y 2009 sobre este asunto y jamás nos respondieron. Ahora resulta que el funcionario argentino anuncia que sabe de estos pormenores, ¿entonces por qué nunca el gobierno ha si quiera enviado expertos al Atlántico Sur para investigar sobre el material atómico que se encuentra en el fondo de nuestro mar?

Más adelante, Zuain dice: "Deploramos que el Gobierno británico no haya brindado hasta la fecha clarificaciones solicitadas sobre los incidentes denunciados, ni haya ofrecido hasta el momento información alguna que permitiera corroborar o desmentir recientes desplazamientos de submarinos nucleares con capacidad de portar armamento atómico".

Igual a un cóctel: mezclar todo y que salga lo más dulce posible, total la prensa y los legisladores argentinos jamás investigarán ni cuestionarán nada, pues poco les importa llegar a la verdad. Zuain mezcla el reconocimiento británico de 2003, con hechos actuales de envíos de submarinos a nuestros mares. Aquí resumidamente podemos destacar:

- Si Cancillería considera que ha habido desplazamiento de material nuclear, que no solo envíe notas formales a Gran Bretaña, sino que actúe en consecuencia, mediante la investigación en las propias aguas del Mar Argentino, donde es soberana.

- El funcionario confunde material nuclear con submarinos a propulsión nuclear. Bombas atómicas, son las que trajo Gran Bretaña en la guerra de Malvinas, hecho que Argentina jamás investigó. Submarinos atómicos, no necesariamente llevan armamento, sino que se propulsan mediante dicha energía, que es distinto.

- No es novedad ni hace falta que Gran Bretaña lo reconozca: desde el fin de la guerra de Malvinas (como parte de su Sistema Trident), que han sido detectados e incluso existen imágenes (que hemos publicado hasta el hartazgo) de submarinos atómicos con capacidad de portar armas nucleares navegando por el Atlántico Sur. Incluso han realizado paradas de abastecimiento en puertos del Brasil y Chile. Si Argentina tuviera un mínimo de interés en custodiar su vasto Mar Argentino, ya hubiera colocado métodos de detección de estos submarinos, que todos los años, irrumpen en silencio nuestro espacio marítimo.

Es lógico que el ladrón no dejará sus huellas para que lo detecten, esa es tarea del detective, para aportar las pruebas y llevarlo a prisión.

El referéndum

En pocas semanas los británicos que habitan las Islas Malvinas llevarán a cabo una encuesta donde la única opción es votar SI (incluso llegado el caso de que se vote por NO, está prevista una nueva votación, hasta que finalmente gane el SI). ¿Qué mundo tan desquiciado permite el absurdo de votarse a si mismo? Un grupo de ciudadanos británicos que usurpa un territorio a fuerza de las armas, que anuncia seguir siendo británico.

"We are british and proud of it"

(Somos británicos y orgullosos de ello)

dice una pancarta frente a un automóvil estacionado en las calles de Puerto Argentino.

Votarán por el SI. SI a la mentira, SI a la injusticia, SI a la hipocresía, SI al imperialismo, SI al colonialismo, SI a la sumisión. Y no es de esperar otra cosa en el mundo de hoy, donde reinan esos valores en todo ámbito de la vida humana.

Los periódicos La Nación y Clarín, fieles al usurpador

Sinceramente el argentino que a diario adquiere alguno de esos dos periódicos no solamente está tirando la plata a la basura, sino que está financiando la mentira y la corrupción. No es noticia ya, que ambos son un brazo más de los intereses británicos en la Argentina.

Ya en febrero del año pasado el matutino Clarín nos desprestigió gratuitamente cuando denunciamos que una plataforma petrolera británica había violado jurisdicción argentina. Salió a publicar la réplica de los kelpers con mapa y todo, y a nosotros ni siquiera nos dio la oportunidad. Eso denotó claramente, que con Malvinas (y muchas otras cosas) no quieren la verdad, sino seguir defendiendo intereses foráneos. En ese entonces el periódico La Nación fue el único medio que no publicó sobre el tema, pues había que silenciar la maniobra pirata. Días después, esos medios lanzaron la postura "pro kelper" de muchos personajes argentinos, entre ellos periodistas, artistas y políticos. El objetivo es cambiar el pensamiento de los argentinos para que renuncien a Malvinas.

En ese contexto, ayer martes, el periódico La Nación por intermedio de Luis Alberto Romero, expuso un artículo de baja calidad periodística, donde se refiere a las Islas, como las "Falkland". En un largo y más que aburrido artículo expone sintéticamente que: los argentinos debemos de dejar tranquilos a los isleños y si hasta ahora no recuperamos Malvinas, ya las perdimos porque los territorios se ganan o se pierden por guerras; que si no supimos hacer un país sin pobreza ni desarrollado, ni soñemos con Malvinas hasta que no cunplamos ese anhelo, etc.

Podríamos escribir decenas de hojas refutando las idioteces que emanó este pobre ser humano en su artículo, pero más fácil es publicar una sola frase que refleja la realidad de Malvinas, mal que le pese al pobre infeliz.

Sin importar el tiempo transcurrido, las Islas Malvinas son argentinas, porque están en el corazón de cada uno de nosotros...

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